Wednesday, January 31, 2024

Los mitos con serpientes

Jorge Etcheverry

Se enroscan
se deslizan y anillan de pueblo en pueblo
de mito en conseja
de leyenda en monumento

Ellas frías amamantan mamíferos
de sangre caliente
que nos incluyen
o se aparean con pájaros
su carne
que todavía no he probado
también ayuda a sustentar
a las cohortes de primates de poco pelo
que se nos comemos el planeta

Es así que ellas mismas prefieren morderse la cola
y así figuran en sagas y épicas

en vano las perseguiremos
por selvas, desiertos, pantanos, pastizales
ya que crecerán siempre otras cabezas
ovaladas, brillante y escamosas
de veloz lengua bífida
de ojos sesgados que hipnotizan
o se encarnarán en hidras
brotarán de cabezas de medusa
y nos ofrecerán quizás de nuevo
la manzana del saber


Sunday, January 21, 2024

Huidobrodiós

Jorge Etcheverry

Con los materiales previos, o incluso partiendo de la nada, Dios habría creado el plato de fondo que es este universo. Respecto a los poetas, no me queda más que volver a citar a Huidobro, que dice que el poeta es un pequeño Dios—que claro a veces se porta como un demonio—. También me imagino lo que le dirá la señora a Dios, si es que Dios tiene señora, lo que bastante probable, porque se supone que nos hizo a nosotros a su imagen y semejanza. En estas latitudes, y a lo mejor en todas, los poetas tienen que abrirse su propio espacio, es decir aquellos que serían los dioses chicos según Huidobro, que son los están haciendo algo nuevo o más o menos diferente. Los otros, los más tradicionales, a lo mejor no, ya que a veces están puro afeitando huevos, como se dice no sé dónde, y por ser más comunes y corrientes, y estar más en la onda de los acontecimientos, encajan, tienen su público, instalan su bolichito, se compran su camionetita, como diríamos citando a Parra, etc.
La señora le dice al poeta que para qué se gasta el tiempo y a veces el dinero, y pasa malos ratos para ayudar a otros, que a la postre no lo reconocen, a veces lo andan pelando, cuando ya no es tan joven ni tiene tanta plata y sus desembolsos de tiempo y dinero en realidad afectan a las personas que le son más cercanas, a las que más quiere o dice querer. Y me imagino que la señora de Dios le debe decir que para qué anda creando universos, que eso será muy bonito, pero que no tiene ningún propósito ni pone pan en la mesa. Y más encima llenarlo de gente que no lo reconoce o que lo culpa de todo lo malo que les pasa, porque lo bueno siempre dicen que es porque lo hacen ellos, llegan hasta a negar tu existencia y mira nomás cómo trataron a tu hijo, pero en fin, cada loco con su tema y son cerca de las tres de la tarde, es sábado, me está dando hambre y voy a salir a comer lo que sea, aunque ahora último me están tentando bastante los poutines, aunque no se lo digan a nadie.

Antipoema

 Jorge Etcheverry


El antipoema

Es una cucharadita de miel

En la ensalada de cebolla

De la poesía


Friday, January 19, 2024

Femilingue

Jorge Etcheverry

Como esas mujeres todas
Que no envejecen y nos enfrentan
y llaman
No tan solo desde la mitología
sino desde las pantallas
escaparates y anuncios
Así la innombrable despliega sus encantos
para nuestra obsesión
La poesía y la lengua
En idioma español
También son femeninas
Qué le vamos a hacer
Las seguiremos persiguiendo
Acaso las logremos alguna vez en sueños
Good luck, buena suerte
como dicen los gringos
Mejor un trago y un puchito
para pasar el bajón
Puede ser un dibujo de serpiente
Todas las reacci

Tuesday, January 16, 2024

“Riachuelo”, de Alberto Boco

Por Luis Benítez

El sello argentino Ediciones de la Quintana ha publicado este poemario del autor local, consistente en un solo poema de vasta extensión donde Boco expresa una mirada tan personal como histórica a partir de un paisaje urbano.

Para quien conoce el límite sur de la ciudad de Buenos Aires, es fácil reconocer en Riachuelo (1), de Alberto Boco, el paisaje que parece evocar: el curso de agua que da nombre al volumen. La antigua “Boca del Riachuelo de los Navíos”, tal su nombre original, cuando albergaba el primer puerto de la metrópoli, desde los comienzos del siglo XIX se fue transformando paulatinamente en uno de los problemas ambientales de mayor gravedad que padece la capital argentina. Desde aquellos tiempos, con el establecimiento de los primeros saladeros de carne y de curtiembres, la contaminación de las aguas se ha incrementado al ritmo del desarrollo fabril de esa área porteña, empleado el caudal para eliminar desaprensivamente y sin el menor tratamiento previo todo tipo de residuos industriales, así como las aguas negras provenientes del área urbana, más los desechos domiciliarios, etc.

Un paisaje degradado, donde además la población de menos recursos ha instalado precarios asentamientos, se caracteriza también por la presencia en sus oleosas y oscuras aguas de restos de barcos abandonados y chatarra de todo tipo. Es justamente esta sórdida escenografía la elegida por el poeta argentino para referirla a modo de metáfora -Riachuelo no es una colección de poemas sino uno solo, denso y hondo como el curso de agua que parece evocar-. Tampoco se trata Riachuelo de una suerte de “manifiesto ambientalista” ni nada que se le parezca.

Sabemos que la poesía se ha liberado hace tiempo de la obligación de representación; que utiliza tópicas y temas a modo de coartada para hablar de sí misma en función de exponerse, pero que además expone trasversalmente (al hacerlo) elementos de la realidad que suelen permanecer ajenos a las capacidades de otros discursos. En Riachuelo asistimos a la puesta en escena de las cualidades del género para realizar esta doble labor, merced al dominio expresivo del autor.

En efecto: Alberto Boco demuestra una vez más, como en sus obras anteriores, que es capaz de develar la relación entre lo micro y lo macro, lo individual y lo colectivo, lo histórico y lo episódico, horadando con su Riachuelo un canal que atraviesa de lado a lado la condición humana de nuestro tiempo, situando lo contemporáneo en un plano ambiguo -todo lo humano lo es- donde esos paisajes destruidos, esas imágenes degradadas no impiden ver al trasluz la referencia a nuestra misma condición en el espacio-tiempo que nos ha tocado vivir y también, múltiples veces, sufrir las consecuencias. Funciona así Riachuelo como un dispositivo caleidoscópico, dotado del poder de reflejar múltiples imágenes que configuran a la vez una sola (el hecho de que se trate de un largo poema en su conjunto no es mera casualidad, sino que ya, desde lo formal, el síntoma nos advierte del propósito general del poeta) pero donde cada sección se articula acabadamente con todas las demás.

En suma, desde la perspectiva que se lo aborde, pues el poema siempre será espejo de quien lo lee, Riachuelo es una fuente de revelaciones donde las referencias a lo arruinado, degradado y contaminado tendrá muy otra connotación que la supuesta prima facie y es en ese punto de lectura donde se abre ante el ojo la polisemia que lo identifica.     

El autor

Alberto Boco nació en la Ciudad de Buenos Aires, República Argentina, en 1949, donde actualmente reside. Ha publicado 8 libros de poemas: “Arcas o pequeñas señales” – Buenos Aires – 1986 – Libros de Tierra Firme. “Galería de ecos” – Buenos Aires – 1989 – Ediciones Ultimo Reino. “Ausentes con aviso” – Buenos Aires – 1997 – Libros de Tierra Firme. “Cartas para Beb” – Buenos Aires – 2007 – Edición del Autor. “Riachuelo” – Buenos Aires – 2008 – Ediciones de la Quintana. “Malena” – Buenos Aires – 2012 – Edición del Autor. “Estación de nosotros” – Buenos Aires- 2014 – Buenos Aires Poetry. “Visitas inoportunas” – Buenos Aires – 2014 – Editorial El jardín de las delicias. “Para un programa de disolución y otros textos” – Buenos Aires – 2016 – Ediciones En Danza. Mantiene inéditos más de 10 volúmenes de poesía. Poemas suyos fueron publicados en revistas literarias de Argentina y el exterior, entre ellas Río Grande Review de la Universidad de Texas at El Paso, EE.UU.; Revista Nagari, Miami, EE.UU., y Littoral Magazine, Reino Unido. Poemas suyos han sido también publicados en revistas literarias en Colombia, Brasil y Rumania. Ha recibido diversas distinciones, entre ellas el Primer Premio en el Primer Concurso Nacional de Poesía “César Domingo Sioli". de Argentina.  Escribió varios artículos y reseñas en revistas literarias impresas y virtuales, de Argentina y del exterior.

NOTAS

(1) Ediciones de la Quintana, ISBN 978-987-05-5046-4, Buenos Aires, 2008.


 

Tuesday, January 9, 2024

Uno

Jorge Etcheverry

La cabeza
allá arriba
Relativamente
Los pulmones
como fuelles acezantes
Y con este calor
Extremidades
Patitas
paqué te quiero
Brazos manos
todavía con cinco dedos
y pulgar oponible
Hígado digiriendo mostos
Venas como un tejido azul
recorriendo que irrigan
la sinuosidad todavía de los músculos
Cerebro ahí
Tranquilo el perro
Maquinando
Y el corazón
bombeando
todavía dándole
a estas alturas
Qué más queremos
Dios mío
Aunque no existas



No está muerto (A lo mejor andaba de parranda)

  Jorge Etcheverry "No está muerto quien pelea” Me dijo Martín Fierro Pero así le fue Esa frase ha entrado Al patrimonio de la le...