Wednesday, July 31, 2024

“Mud”, de Rubén Valle

 Luis Benítez

El sello argentino Libros de Piedra Infinita acaba de publicar un nuevo poemario del reconocido poeta, narrador y periodista mendocino Rubén Valle. 

Libros de Piedra Infinita, la editorial dirigida por los también autores Fernando G. Toledo y Hernán Schillagi, incluyó recientemente en su sólido catálogo una nueva obra del poeta nacido en San Martín -provincia argentina de Mendoza- en 1966, titulado Mud (1).

También creador de canciones, Rubén Valle sabe imprimirle a sus versos el espíritu y fraseo que son característicos del jazz, recreando en poesía su atmósfera particular, lo que duplica el impacto emocional de su lectura (2).

Como bien señala en el epílogo (págs.46-47) que cierra este volumen el escritor y periodista Miguel García Urbani (1971): "El jazz y la poesía tienen algunas condiciones similares, una de las más disfrutables es la demora en la entrega. El silencio hace parte, se diría incluso que tanto el jazz como la poesía son grandes silencios apenas intervenidos. Rubén Valle se levanta la solapa y sale elegantemente bien librado de ese desafío. Él, que ha manejado grandes caudales de tinta en las redacciones de los medios gráficos durante tantos años, se ha guardado en la manga la humedad justa para decir solo lo necesario. Eso también es jazz.”

Monk, Miles, Dizzy, Billie, Mingus, son algunos de los nombres familiares que aparecen capturados en los versos de Mud, pero les diría que la condición jazzística de este sincopado poemario está más allá de las alusiones; se crea y recrea en el clima, en los escenarios sugeridos, en la íntima universalidad de ese fenómeno que llamamos jazz, que incluso excede la música, pero que nunca está más allá de la condición humana".  

Una propuesta es esta de Rubén Valle tan original como difícil de alcanzar, pero observamos desde la primera lectura de Mud que, en la mayoría de las treinta y cuatro piezas que componen la jam session que nos ofrece su libro, su consumada pericia escritural es más que suficiente para lograrlo.

Desde luego que en Mud la poesía emplea su vieja y siempre efectiva estrategia: utilizar tópicas, situaciones y conflictos firmados por el autor para hablar de sí misma, sumando a la coartada general el asunto del jazz, aunque bajo el sustrato de modo invariable se transparenta la ondulante presencia del género, aflorando aquí y allá con mayor o menor notoriedad, pero permanentemente presente.

Este lector tiene sus preferencias, porque reseñar un libro no implica renunciar a la condición de humano y bajo tal circunstancia la objetividad es simplemente otra meta a alcanzar, sabiendo que nuestro punto de vista no necesariamente coincidirá con el de los otros que se asomen a las páginas de Mud. Hecha la imprescindible aclaración anterior, entre las piezas que más me impresionaron por su precisión escritural, belleza y lograda conjunción entre forma y sentido voy a subrayar algunas (y solamente algunas): Jazz para Agatha (pág. 9); Entonces es jazz (pág. 10); Desde el asma (pág. 15); A thing is a thing (pág. 21); Hasta que todo explote (pág. 28); Billie (pág. 34); Zapada (pág. 38) y esa joya que es capaz por sí sola de iluminar todo el escaparate: El nido vacío (pág. 39). No pretendo influenciar a nadie: quien lea Mud tendrá sus propias predilecciones y es muy justo que así suceda.

Es de agradecer por parte del lector no conocedor de la historia, los nombres claves y las singularidades del mundo jazzístico, la acertada inclusión en Mud (págs. 44-45) de una sección de notas referidas a detalles que obran como nexos comunicantes entre ese aludido universo musical y la obra de Valle, que en mucho contribuyen a esclarecer la interrelación buscada y encontrada en sus páginas.

 

El autor

El poeta, narrador y periodista Rubén Valle nació en San Martín, provincia argentina de Mendoza, el 13 de febrero de 1966. Ha publicado los libros de poemas Museo Flúo (1996), Los peligros del agua bendita (1998), Jirafas sostienen el cielo (2003), Placebos (2004), Tupé (2010), Grietas para huir (2012), Lo negro de la nieve & otros poemas así (2018), La lengua del ahorcado (2019) y Ojodrilos (2021).

Integra las antologías de poesía Promiscuos & Promisorios, La ruptura del silencio, Martes literarios y Poesía en Tierra.

Su narrativa breve incluye Desperté en el bosque después de haber soñado un bosque (2013) y La medida de lo posible (2015), ambos publicados por Ebook Argentino, y Modo luciérnaga y Cono del silencio, editados respectivamente en 2020 y 2023 por Ediciones Peras del Olmo.

En 2020 crea Quizás Quizás Quizás (QQQ) junto al músico y productor Alejandro Moyano. Un proyecto musical donde desarrolla su faceta como autor de canciones, plasmado en el disco Bucle (2022).  

Ha trabajado en varios medios de su provincia (Diario UNO, Los Andes, MDZ online, entre otros). En la actualidad es Director de Prensa de la Universidad Nacional de Cuyo y dicta talleres literarios.   

 NOTAS

(1)Libros de Piedra Infinita, 52 pp., San Martín, provincia de Mendoza, Argentina, 2024.

(2) En el jazz, el concepto que entraña la expresión Mood alude a la atmósfera o el sentimiento emocional que la música transmite. El título del poemario es una “traducción” informal del sonido del término inglés



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Monday, July 29, 2024

Wednesday, July 24, 2024

El libro de las Grandes Calamidades por venir

 Jorge Etcheverry

I

No habrá reparo no cobija, ni techo ni subterráneo que nos proteja de esas vastas plagas que--ojalá me equivoque—se abalanzarán más temprano que tarde sobre nuestras cabezas, nuestros campos y ciudades

Lo decimos desde la relatividad del tiempo, en los relojes y calendarios puede que se trate de décadas o a lo mejor de un par de siglos en una de éstas

Cosa que no quiere decir nada, es infinitesimal comparado no tan solo con el tiempo a escala universal cuya medición es ya cosa corriente para cualquier astrofísico que se respete—aquí y en la quebrada del ají

Si no incluso a nivel terrícola, desde aquí abajo estamos aplicando la única perspectiva que nos acomoda mirando hacia lo alto, el cosmos, las estrellas, que en general aparecen de noche

Ayer alguien me dijo por este mismo medio “parece mentira oye que te estés preocupando por este tipo de cosas con las cosas como están, con la pandemia, con la cosa política y social que nos afecta a todos”

A lo mejor es cierto y en estas reflexiones estamos buscando sacarle el cuerpo a la jeringa de lo que nos rodea

A lo mejor es una compensación inconsciente que tenemos “ven chiquillos, esto no es nada comparado con que va a venir”

Entonces nos tranquilizamos un poco, pero a lo mejor es una excusa para quedarse con los brazos cruzados y decir “para qué vamos a hacer nada, igual a todos nos va a llegar al pihuelo”

Saturday, July 20, 2024

Absenta


Julio Fernández Farragut

En busca de la absenta
El ajenjo
El Hada Verde
he recorrido calles y bulevares en esta ciudad chica
No he tenido suerte
Al comienzo sabía sólo el nombre
ligado a callejones parisienses
europeos en general
del siglo antepasado o comienzos del veinte
claro que en las ciudades grandes
cuna creo de la civilización y del futuro
si es que hay alguno
digo mirando el fondo del vaso vacío entre mis manos
gesto que muchos pueden advertir
Estoy solo por azar en la terraza
bajo un sol esplendoroso
y hay muchos transeúntes
El líquido verdoso que bebí
espeso, acompañado con hielo
no era absenta sino menta
Esa otra dama antigua
también era verde
empalagosa
pero con muchos grados de alcohol
Este otro trago inofensivo
Este otro trago inofensivo
le sienta a mi perfil y tenida
Como muchos
a veces prefiero definirme
por lo que otros ven



Friday, July 19, 2024

Arpillera

Juana Petra Soler

Los pedazos de paño
Del verde al pardo
La tierra que da
La que espera dar
Los pájaros de pañolensi
lo sobrevuelan todo
Esas hebras de lana que son surcos
No sé si poner pedacitos de lata
en lugar de estrellas
Un vuelo de encajes semejando olas
Un sol no muy rubicundo
es un botón de hueso
del abrigo de mi abuela
El universo de fondo
es de osnaburgo
Estos dedos rojos
Medio gordiflones
Que lo hicieron todo
no tienen velas en este entierro

Monday, July 15, 2024

H.P. Lovecraft sobre Meyrink, el gólem, los dyhbuks

Jorge Etcheverry

“...la misma Cábala, tan prominente en la Edad Media, es un sistema de filosofía que explica que el universo es una emanación de la divinidad, implicando la existencia de extraños dominios espirituales y seres separados del mundo visible de los podemos obtener siniestras vistas mediante ciertas encantaciones secretas. Su ritual está atravesado de interpretaciones místicas del Antiguo Testamento y atribuye significación esotérica a cada letra del alfabeto hebreo—una circunstancia que le ha impartido a las letras de dicho alfabeto un glamour y potencia espectrales en la literatura popular de carácter mágico. El folclor judío ha preservado mucho del terror y el misterio del pasado, y cuando se lo estudia más en profundidad es probable que ejerza una influencia considerable en la ficción fantástica [weird fiction]. Los mejores ejemplos de este uso literario han sido hasta ahora [1927] la novela El Golem de Gustave Meyrink y la obra de teatro El Dyhbuk [español ‘alma en pena’ proveniente del infiermo hebreo, o Gehenna ], de un escritor judío que usaba el seudónimo "Ansky." La primera obra, con el hechizo de sus sombrías sugerencias de maravillas y horrores casi al alcance de la mano, se ubica en Praga y describe con maestría singular el antiguo ghetto de esa ciudad con sus espectrales tejados triangulares. El nombre Golem se deriva de un fabuloso gigante artificial supuestamente fabricado y animado por rabinos medievales según una fórmula críptica. El Dyhbuk, traducida y puesta en escena en Estados Unidos en 1925, y más recientemente producida como ópera, describe con poder singular la posesión de un cuerpo viviente por el alma perversa de un hombre muerto. Tanto los golems como los dybbuks son caracteres ya fijados y son frecuentemente ingredientes de la tradición judía posterior”.
de "Supernatural Horror in Literature" traducción mía.



Wednesday, July 10, 2024

“Husos del no”, de Ricardo Ruiz

 Luis Benítez


La casa editora argentina Mora Barnacle publicó el quinto poemario del destacado autor local Ricardo Ruiz, cuyo trabajo, conceptual y preciso, recupera para el género la indagación filosófica yuxtapuesta a la belleza formal y descarnada.

 Ya desde el título mismo de su último poemario, Husos del no (1), Ricardo Ruiz juega -pero muy seriamente- con la polisemia no casual: esa “h” que es muda en nuestra lengua posibilita el cruce de significados. El hilar (recordemos que texto proviene el latín textus, tejido) queda puesto en encrucijada con el uso, el empleo de algo para un fin determinado. Y tanto hila fino Ruiz que alcanza a rozar el territorio de lo inefable en muchos de sus versos, al tiempo que utiliza la poesía para interpelar al lector acerca de las preguntas esenciales en todo tiempo y lugar, las más básicas y justamente las que siguen evidenciando el vacío que alberga todo intento de respuesta.

Poesía fuertemente medular, la del autor porteño nacido en 1953 no se rebaja sin embargo a la servidumbre de la representación, de la que el género se liberó progresivamente a través del tiempo para constituirse en universo propio, aunque bien comprende el poeta que existen vasos comunicantes entre sus territorios y aquello que habitualmente denominamos como la realidad concreta, tan velada como revelada a cada tramo.

Como Parménides de Elea (circa 515/530 a.C.-siglo V a.C.) Ruiz, afín al presocrático, parece confiar en dos rutas posibles para tan difícil misión como la que se propone: el camino de la veracidad, expositor de aquello que es y de cuáles son sus íntimas peculiaridades (aunque no reniega de la existencia de la nada, esa paradoja conceptual), al tiempo que transita el camino del criterio, mas no como dictamen absoluto, para constituir su cosmología personal. Ruiz deja abierto siempre el ancho ventanal de la duda y la incertidumbre, consciente como es de la imposibilidad de la afirmación absoluta y unívoca. Esta, que traería tranquilidad y certeza en cuanto al interrogante formulado, resulta a todas luces inconcebible enfrentada al océano de contradicciones que habitan y corporizan el resto de sus preguntas. Es justamente esa materia intangible -que en la mayor parte de las piezas que componen Husos del no Ricardo Ruiz logra sitiar, si no invadir con sus versos- el tono más rico de su poemario, próspero en logros y también en silencios que hábilmente hila/usa para resaltar por ausencia, método siempre tan eficaz como arduo de implementar si no se dispone de una muñeca escritural de los calibres que este autor posee.

Volumen hondo y necesariamente irregular (otro recurso notable para sus propios fines) cuyas simas y cimas están depositadas allí adrede, con toda la intención de este mundo al que refleja mientras que, al mismo tiempo, persuade de ser otro, inacabable: el de la poesía.

El “no” presentado/representado como concepto -negación que se asimila inmediatamente la nada- es reciclado por Ruiz de un modo brillante, como práctica sobre la que vuelve una y otra vez, empleada como eficaz herramienta de su indagación, para excavar simultáneamente en aquello que es y aquello que no es, en busca de su Dasein (2).

 

El autor

Ricardo Ruiz nació en Buenos Aires en 1953. Poeta. Ha publicado anteriormente: “Racimo”, (1980); “Poemas” (1982); “otros cantos gallan” (1989); “Tristes rüidos furias”, (1990) y “Huesos de otros vientos” (2015). Formó parte del grupo literario Kairós y coordinó talleres de poesía. Participó en la antología “65 poetas por la vida y la libertad”, Abuelas de Plaza de Mayo, 1983; colaboró en las revistas “Xul” y “Casa de las Américas”. Administra la página de poesía en Facebook “Presente Griego”.

 

NOTAS

(1)Editorial Mora Barnacle, ISBN-978-987-45869-92-1, 48 pp., Buenos Aires, 2022. https://barnaclemora.wixsite.com

(2)Dasein es un término de la lengua alemana que significa al mismo tiempo “ser” y “allí”, estar allí, en el sentido existencial. Fue empleado por Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) sobre la base del idealismo germano, sí como por Karl Theodor Jaspers (1883-1969) desde el existencialismo trascendentalista, pero en Ricardo Ruiz se ajusta más -estimo- al uso que hace del Dasein Martin Heidegger (1889-1976), desde una óptica que dialoga principalmente con la antigua filosofía griega y el existencialismo de cuño kierkegaardiano.

 

 


Tuesday, July 9, 2024

Mutaciones

 Jorge Etcheverry

 A raíz de la presentación de mi libro Apocalipsis con amazonas y la publicación de Los herederos, que incluye clones y mutantes, me he estado entregando recientemente a relecturas y divagaciones. La literatura de CF y fantástica está llena de mutaciones.  Jack Williamson plantea dos versiones que impactan, en la novela Dragon‘s Island de 1951 y en Darker Than You Think 1948 . En ambas novelas las portadoras iniciales de la mutación son mujeres, cuyo carácter de semilla, donadora y decisora de la vida y progreso o cambio humano no es extraño por ejemplo a versiones de la literatura fantástica o iniciática, acordémonos por ejemplo de la Eva de El rostro verde de Gustav Meyrink, de 1916, donde también es esta heroína quien despierta el yo súper consciente e inmortal escondido en Fortunato, personaje que a veces flaquea, pero a quien la fortaleza de su pareja proporciona la entrada al mundo real. De alguna manera, este tema es una variante de uno que tiene un carácter mítico y atraviesa los sectores culturales humanos decisivos. También nos encontramos con la mutación, esta vez espiritual, y no de base genética, que imperará cuando el apocalipsis limpie la tierra de la antigua humanidad y dé a luz la nueva. Así, el “hombre nuevo”, que aparece por ejemplo en la visión mítica derivada del análisis estructural y superestructural marxista, aunque esta vez producto de la trasformación social, luego del apocalipsis—que lo es—del mundo burgués. Es interesante esta noción del apocalipsis no ligado ya a la supervivencia del género humano, sino al surgimiento de una nueva especie humana. Así, la mutación aparece en las novelas de Williamson es un cambio cualitativo de la especie humana, ya que tratándose de ciencia ficción más bien “dura”, se toman en cuenta las realidades científicamente establecidas de la evolución y la genética. En cambio, la versión de Meyrink en El rostro verde presenta una revolución espiritual y la marxista un cambio sociocultural radical ligado al desarrollo de las relaciones de producción, el proceso económico en general. Pero en todos los casos se nota el anhelo contemporáneo de un cambio y superación del hombre/mujer actuales y su paso a un estado superior. Pero como decíamos, en estas novelas, el vehículo e incluso el repositorio de este germen de una especie superior o de su reemplazo por otra, es la mujer. Lo mismo pasa en una novela de John Whydam Re-Birth, publicada primero en 1955, en que las mutaciones—caso bastante frecuente en la ciencia ficción de la época—son producto del apocalipsis nuclear y las que tienen rasgos positivos trans o post humanos son las menos, siendo en general las mutaciones defectuosas las que prevalecen. Pero por ejemplo, en este autor, cuya obra más conocida es el Día de los trífidos, las viables llegan a prevalecer. Hay otra versión de la mutación femenina, más similar a la mujer Sapiens, pero cuyo imperio es desbaratado por un héroe machista americano, en la novela de Jerry Sohl Las haploides, de 1953, en que el apocalipsis es en realidad un cambio de todas las instituciones humanas, en un proyecto de estas mutantes, que serían mujeres que se reproducen solo con su material genérico que llevan ellas. La base científica de la realidad de las haploides, es que en realidad la posibilidad de la reproducción humana con solo el material genético femenino es posible y se ha realizado en laboratorio. Así, la prescindencia del hombre en la reproducción es un fantasma posible que se asoma en el horizonte científico.


 


Wednesday, July 3, 2024

¿Y si nos subiéramos al tranvía de Tennessee Williams al que nos invita Rolando Revagliatti en su poemario…?

 


Paula Winkler*

Rolando Revagliatti, el célebre entrevistador a narradores y poetas argentinos – documentos publicados en seis tomos -, dieciocho poemarios en su haber, es un poeta que acostumbra a crear sobre la base de intersticios, del devenir inconsciente y de misteriosas “contradicciones”. Su lenguaje, propio de la antipoesía, o más bien perteneciente a la poética de la conciencia, juega con imágenes, se burla, llora. Humor negro, sátira y melancolía, trabaja la paradoja (“¿Falta mucho para que termine pronto?”, pág. 19), mezclando lírica urbana y fragmentos de la cultura porteña. Rolando es de Buenos Aires y argentino de pura cepa. Su poesía produce al lector un dejo de inquietud e incomodidad, como las moscas a Dalí. Entre fantasmas y aseveraciones, su ironía interroga. Asociación libre, como en el diván en sombras (cuando todavía no alumbra ¿ni el pre – consciente?), en Revagliatti esta forma irracional del pensamiento, no por ello menos válida y verosímil, se pasea ante nosotros y denuncia: la estupidez, las pretenciosas baratijas que circulan, el amor/no amor; la pasión añorada, la emoción reprimida y a punto de estallar. Siempre, desde un resto... ¿Resto o sobrante, falta o exceso? porque la pregunta decisiva en “Ojalá que te pise un tranvía llamado Deseo” es si aquella cita, “La pulsión me ceba al alba demasiados mates” (pág. 23) ¿es pulsión de vida o pulsión de muerte? El poeta, en efecto, aletea desde el yo, remite al ello que vuela, aunque denuncia puntería de su buen cazador (pág. 49). Asimismo, a Peter Pan no le dan pan, a Peter Hueso (la vejez), ni hueso, y ambos se cortaron el pescuezo (pág. 36) … En este sentido Revagliatti, a mi juicio, rescata la modernidad. Asombran sus versos de alta calidad, surrealistas - entre infames y tristes - en una época en la que se componen demasiados versos, se ríe poco, se piensa menos y se publica mucha banalidad.

 

*Jurista. Narradora, ensayista, semióloga argentina.

Editorial Leviatán, Buenos Aires, 116 páginas, junio 2024.

 

MUESTRA POÉTICA DEL LIBRO

Fumo
notas musicales

y toso
fragmentariamente
los últimos hits.

Mis iniciativas
¿te ofenden?

¿Qué toman de las tuyas?
Pero, sobre todo
¿qué desechan?

Se nota demasiado
que soy
con opio
un pan de Dios.

Algo en mí
incauta
esa aduana:

mi cólera.

Ya no me duele
el dolor que mejor me dolía

Insisten
los peores.

Me mantengo con esto que conservo
¿O no es acaso lo que es?:
vida.

Aspectos hay en los cuales
la vida me sonríe

(aunque carece
de dentadura la sonrisa).

Si Dios me da vida
me la quitaré:
¿qué haría con ella?

No me salgo todavía de mi adolescencia
discúlpenme:

es que ella
no me echa.


Mutaciones y mujeres

Jorge Etcheverry Arcaya Desde antes de mi libro Apocalipsis con amazonas y la novela de ciencia ficción Los herederos, que incluye clones y ...