Jorge Etcheverry
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En un
sector como en el que vivo
de
profesionales y gente de clase media más o menos culta
un
barrio que bordea canales, lleno de áreas verdes
mucha
gente con gran educación cívica como se estila por aquí a veces
en Canadá—pero
me han dicho que eso vale también para
algunos países en Europa—
Y no
es que uno ande diciendo que Canadá sea un país socialista ni mucho menos
pero mire,
para ejemplo un botón
una
candidata a presidenta del Partido Conservador que perdió por poco en une
elección muy reñida
es
una señora hija de padres jamaicanos. Y por
otro lado los liberales que no tienen nada mucho de socialdemócratas, que yo
sepa, y que son el actual gobierno del país
tienen
como el punto político principal de su agenda legislar un ingreso mínimo
garantizado
para
todos los ciudadanos canadienses. Pero para variar otra vez me estoy yendo por
las ramas. Lo que pasa
es
que estaba parado en la vereda esperando a mi compañera y se me acercó una
mujer de rasgos angulosos y edad indefinida
me
dice que me conoce de vista de hace años que me ubica y que decidió hacerme
llegar La Palabra
yo le
dije que era ateo
que
originalmente yo venía de una organización ya inexistente que estaba a la
izquierda del Partido Comunista
que
ni siquiera había votado por Allende en el 70 porque era partidario de la Vía
Armada y que la primera vez que había votado había sido en las parlamentarias 1973
y por Alberto Bachelet, que fue el padre de la presidenta posterior con el
mismo apellido
le
mencioné que a pesar de ser ateo le tenía mucho respeto a la moral cristiana, me
fui de lengua, le hablé un poco de los curas por el socialismo, la teología de
la liberación, el Movimiento Camilo Torres, de mi ya lejana juventud
llegado que hube a la famosa cita sobre el paso de un camello por el ojo de la aguja me dijo que en arameo no es un camello el que atraviesa el ojo de la aguja sino una hebra gruesa, entonces no es tan cierto esos de que los ricos no puedan entrar al Reino de los Cielos
El cielo se arremolinaba en nubes, yo esperaba—quería—una tormenta violenta y súbita de las que hay por aquí sobre todo en verano. Se oían los primeros truenos.
y me distraje un poco. Y ella me estaba diciendo con ojos brillantes y ahora en inglés que desde su nuevo nacimiento su relación con Dios era personal,
“claro pues”, le contesté, “igual pensaban los nenes del comienzo del capitalismo que no le querían dar cuenta a nadie de lo que ganaban y así se agarraron de Calvino y Lutero y se armaron paraísos fiscales en la Isla del Espíritu”
ella me enrostró mi orgullo, “sea humilde, humíllese ante el creador”
me quería hacer elegir entre Dios y el Diablo “Mire lo que está pasando en California, que se está quemando entera
mire Jorge., ¿quiere usté también estarse quemando por toda la eternidad”,
Entonces pude ver brillando en el fondo de sus pupilas la verdadera oferta, el arma definitiva, el ofertorio, la venta del miedo. Pensé
Si hay Dios, aunque no creo. Si hay acabo de mundo, en lo que creo pero no en términos trascendentales, pero pongamos por caso
Es seguro que todos ellos se van a encontrar de los primeritos en el infierno con sus hermanos y acólitos de creencias parecidas en sus efectos y en su prédica de la tortura y el terror
de la humillación, la aceptación del amo y el abandono de sí como virtudes
entonces algunos de entre ellos quizás se van a golpear el pecho, se van a decir
“Señor, Señor, porqué nos has abandonado”.
Me encantó esta entrada, Jorge. Me oxigenó. No soy de escribir comentarios ya que sólo produzco balbuceos, pero, bueno, hoy me lo he permitido. Un abrazo.
ReplyDeleteRolando