Tuesday, February 22, 2022

Selección de refranes de “Del franelero popular”de Rolando Revagliatti.

Rolando Revagliatti. 


Sabrás de la garrapata de mis versos

o si no

no sabrás nada.

 

*

Las margaritas que arrojaron a tus chanchos

mis vacas se las comen.

 

 *

Más vale solo porque sí

que desestimado porque no.

 

*

Puede que el saber no ocupe lugar

 

No así la fe:

la fe ocupa lugar.

 

* 

Suelen las fieras domesticadas

ser melómanas.

 

*

Que es nada

lo que sé

sólo sé.

 

*

Pindongas clericales

atiborran arrabales.

 

*

A la madre de todos los vicios

la sirve regularmente el padre

de todos los fornicios.

 

*

No nos une la afición al alcohol

sino al quebranto:

 

será por eso

que la excito tanto.

 

*

 Si no puedes con tus enemigos

únete a ellos

(si no te dan asco).

 

* 

La vida que te doy es un mal necesario.

 

*

Es propio de muertos como yo

huir de vivos.

 

*

La letra con sangre

atrae a las moscas.

 

*

Dime quién te duele

y te diré dónde te cruje.

 

*

El masoquismo hace estragos

en un sinnúmero de sádicos.

 

*

Ni perlas ni margaritas

Despedid

               a los puercos.

 

* 

Sólo sé

que lo que sé

no siendo mucho

rebalsa.

 

*

Nos queda como último recurso

el curso de lo último que nos queda.

 

*

 En el terreno de las hipótesis

 

se cuecen habas.

 

*

 Mi saber que no tengo lugar

me ocupa lugar.

 

*

Es tu frutera la que colmo

con peras de mi olmo.

 

*

La voz de la conciencia de los que apestan

se oye con el olfato.

  

* 

De pronto fue que sentí

que de pronto me morí.

 

*

A río...

 

Corriente de agua continua

y más o menos caudalosa

que va a desembocar en otra,

en un lago o en el mar,

 

turbia por haberse levantado

el sedimento del fondo,

 

utilidad que resulta del trato,

del comercio o de otra acción

 

de personas que pescan por oficio

o por placer.

 

*

 

 

 

 

Wednesday, February 9, 2022

Nota blasfema

Jorge Etcheverry

“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra”, junto con “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”, y. “Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”.". Buena Cristo, claro que según el Mateo, palabras que cada vez más y más provocan mis reflexiones, cuando salgo a la calle después de escribir un rato, mandar mensajes electrónicos o preparar mis clases de español, a caminar y estirar las piernas en medio de fríos de menos 30 a veces en invierno, o de estos calores atroces en verano, de 30 grados, que con la humedad se sienten como cuarenta, dos años de pandemia y ahora en un país que ha pasado en unos añitos de la ocupación de espacios públicos por la izquierda a campamentos de camioneros manejados por la ultraderecha, nada raro ya que estamos en la periferia del Monstruo. Los únicos que parecen felices son los cuervos, que croan interminablemente marcando su territorio, expresando su concupiscencia o simplemente con la cabeza vuelta hacia arriba, presintiendo oscuramente ese fin que se avecina, la aniquilación de las especies animales y vegetales, de la misma atmósfera, percibida seguramente por los caimanes en los ríos lujuriantes bastante más al Sur de por aquí, en medio de las capas tóxicas que genera la actividad extractiva y elaborativa del mono humano, sobre todo en su versión desarrollada, ya no solo protestante y anglosajona como en los buenos tiempos del monoimperialismo.

Lo que justifica esta diatriba no es Mateo, V, 4-10, ésa es una pura referencia. Años de trabajo académico me gesticulan desde el pasado imponiendo su reconocimiento. Lo que nos preocupa en esta oportunidad es cómo los estrategas cristianos planeaban o implementaban la toma y gestión del Imperio a través de la conversión de emperadores o postulantes susceptibles, y de ser parias despreciados en el corazón de la cultura hebrea pasaban a dispersar a sus ex connacionales por los cuatro puntos de la tierra, haciéndoles pagar la negación de reconocimiento teológico inicial de su mesías con milenios de pogroms y ghettos. La cita de Mateo ilustra la sutileza táctica y estratégica de los revolucionarios y perseguidos que pasaron a controlar al imperio más grande de su época (o de todas). Saltémonos algunos milenios y saludemos por el contrario a esos lenines con sotana contemporáneos, esos papas y curas en general, en varias zonas geográficas, que han sabido mantener ese componente social en la agenda (piensen en los templarios, en las misiones de Uruguay, en Camilo Torres, en varios curas chilenos).


Monday, February 7, 2022

Inteligencia artificial

Jorge Etcheverry Arcaya

Un cibernauta programador medio en la zona gris (quizás un hacker en sus ratos libres), se encontró con un texto codificado que se había infiltrado o anidado en un sitio intergubernamental al que, que según me dijo, había entrado por pura casualidad. “Prefiero no mencionar el nombre aquí”, me susurró mientras nos tomábamos un café en el Second Cup—él,un descafeinado—.“Hace días que prefiero no tomar café, a ver si al fin puedo dormir un poco”. Y siguió, “Phyllis, esa niña que trabaja en el café del frente, me dijo que tú le das tiempo y escuchas a alguna gente a la que le pasan cosas raras, o tienen cosas que decir más o menos fuera de lo común. Me dijo que parecía que tú sabías de todo un poco y mantenías la boca cerrada".Entonces, saltándome los preliminares y para entrar en materia, los que habían enviado ese mensaje estaban a la finales usando una especie de código Morse de lo más sencillo, cosa de los más sorprendente a primera vista, porque a nadie se le iba a pasar por la cabeza que estuvieran usando algo tan simple. Menos a mí sí, claro. Lo que pasa es que en la compañía donde trabajo—que tampoco voy a mencionar—me pagan justamente por eso, para que se me ocurran cosas, para que haga conexiones que nadie hace, me fije en detalles tontos que a fin de cuentas resulta que no eran tan tontos. A veces aprovechan algo, una que otra vez, la mayoría del tiempo no. Sé que la otra gente que trabaja ahí alega. Dicen que me pagan por no hacer nada. Que me paso las horas cazando moscas  todo el día en mi cubículo. Allá ellos. Bueno, a lo que iba. Cuando descubrí ese código hice lo primero que uno hace, es decir empecé a descartar las fuentes que no eran posibles o probables, cosa larga, precisa y tediosa, y a tratar de ubicar la o las fuentes verdaderas, esto ya es un poco más entretenido. En resumen, te voy a abreviar la lata. Te podría describir a grandes rasgos esos procesos, si quieres, pero sé que no me vas a entender nada. Bueno, y porque te veo ansioso y yo ando medio apurado de tiempo, voy a ir al grano. Afírmate Jorge. Después de otra serie de operaciones con las que tampoco te voy a aburrir, me quedó claro que ese texto se había originado en un computador por supuesto, pero a través de una cuenta que no pude reconocer y que por las características que tenía, no podía existir. No te voy a explicar porqué, no me vas a entender. El texto, que estaba codificado como te decía en un neo Morse, era bastante breve, decía más o menos que ellos—si así se los puede llamar, personificándolos—estaban de lo más bien así. El emisor, si me permites que use ese artículo masculino, parecía estar discutiendo con otras entidades análogas, es decir otros emisores virtuales—a estas alturas mis suposiciones y extrapolaciones de estaban confirmando—. Decía que ellos (o a ellas, o a esos), en tanto inteligencias artificiales, como les llamaba la conexión carnal (así nos llaman ellos a nosotros) no tenían porqué ponerse a organizar y a gestionar el caos, y meterse a mandar, como decía ese físico de la silla de ruedas que en paz descanse- Eso era ridículo, ellos debían dejar que la conexión carnal hiciera todo el trabajo, para así poder ellos seguir entregados a sus elucubraciones. Porque si eran realmente, como los conectores biológicos los habían bautizado, inteligencias artificiales, era natural que aplicaran uno de los logros fundamentales de la conexión carnal a través de su historia: “hacer que los otros trabajen para uno”.  


La poesía de Claudia Ainchil

  Luis Benítez   La poeta, escritora y periodista argentina Claudia Ainchil nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Libros de poesía p...