Friday, July 28, 2023

Las noticas, las voces

 Jorge Etcheverry

Las noticias se suceden como un cadáver bidimensional pero que dotado del volumen de la imagen y la fotografía nos dilucida el mundo atroz tachonado de rostros en todas posibilidades del dolor, cuerpos en todas las contorsiones y los ángulos posibles del quebrantamiento y la mutilación—mientras nosotros los televidentes nos despertamos a eso pero también a lavarse, vestirse, tomar desayuno y seguir los estrenos cinematográficos, su carrera de ingresos cotizados en millones la primera semana, las ultimas anécdotas de las estrellas de cine—celebridades como les dicen ahora—separamos el presupuesto para el día

No faltan las innúmeras voces que proclaman que nunca más, que denuncian y lamentan—no faltan sino se multiplican desde todos los ámbitos que aύnan la mega o micro pantalla—personeros y líderes de diversos estados y países—grupos de interés—sectas—parlamentos-organizaciones gubernamentales—repiten ese mensaje incluso bajo la maraña de las cejas torvas—las mandíbulas apretadas de por sí y ante sí o como portavoces de los mismos grupos que dan esa su versión de los hechos y quizás preparan nuevos y luctuosos días de sangre


Wednesday, July 26, 2023

El Libro de las Grandes Calamidades Por Venir

Jorge Etcheverry Arcaya

VII

No es que uno sea shamán ni mucho menos, no es que uno de noche se vaya a meter en el Tiempo de los Sueños de los aborígenes australianos, el Altjeringa, aunque no crean, no se trata nada más que del tiempo, es todo un espacio diríamos alternativo, pero ya se me está saliendo el profe

Lo que pasa es que a veces me bajan sueños que me dejan turulato. Así me pasó hace unos días. Cariacontencido me podían ver en la mesita de la terraza del café, con anteojos negros, pese a que estaba comenzando a garugar

A veces visto las mismas partes en algunos sueños, el Santiago de allí es precioso, pero peligrosón, las orillas del Mapocho están inmundas, llenas de vagos, perros, drogadictos, jóvenes amenazantes, pero el metro es espléndido. Incluso en un barrio cerca de la Estación Central tengo unos amigos que paso a visitar cuando broto allá

Pero no nos salgamos del tema. En el sueño ése que me preocupa estaba el Diablo, Don Sata instalado en el cielo y como que pelechaba fuego sobre una ciudad vasta e imprecisa

No es que el concepto en sí me llame la atención.  He mencionado la presencia del gnosticismo en ciertos poetas chilenos: en el peor de los casos lo que entendemos o llamamos Dios y que ubicamos arriba en el cielo es el realidad el Diablo, él creó el Universo. Otras veces la divinidad es un suche que por encargo de otro que obedece a otro, y así, cada vez más abajo del escalafón, crea el caos, que parece cosmos.

Por otro lado arriba está la capa de ozono que nos protege pero que en una de éstas se vuelve a adelgazar—toda la chatarra de satélites, etc., esperando empezar a caerse sobre ciudades y campos—están los sistemas de vigilancia satelital espacial que se dice pueden seguir nuestros menores movimientos—se gesta y acumula la lluvia ácida, cuya versión definitiva corroerá los tejidos vivos animales y vegetales (dicen algunos)—y para qué decir de otras cosas, según la gente de Camelot allá arriba hay toda una serie de extraterrestres e inteligencias artificiales al aguaite

Y para qué seguir

Entonces fue que en ese cielo en ese sueño se me dibujó El Diablo.

Monday, July 24, 2023


 

Esperemos

Jorge Etcheverry

que Si la paz va alguna vez a florecer como una Gran Planta cuyas raíces se extienden por la tierra de los continentes y cruzan las arenas marinas y cuyas flores cubren el cielo—parecen nubes— o bandadas de pájaros
Es de esperar que eso no pase muy tarde es de esperar que su abono no sea ni la sangre ni el miedo ni menos el hambre esperemos y pidamos o en algunos casos recemos en conjunto digamos esperemos queramos
Que las voces las manos que piden la Paz se multipliquen se encaramen en las cúpulas de poder los tronos los escaños y los púlpitos—parece que se tiende a decir que ya no es posible creer en la voluntad, en que la voluntad pueda cambiar los acontecimientos históricos
Pero sí, creamos y actuemos para que las palabras los pensamientos y las intenciones no se vayan a disolver como burbujas en este aire cada vez más enrarecido y caliente queramos entonces digamos sí sí sí se puede

Saturday, July 22, 2023


 

Los sueños de la eternidad en el tiempo, de Alejandro Bovino Maciel. Erudito trabajo sobre los interrogantes fundamentales de la civilización occidental

 Luis Polo (*)

La editorial argentina Librería de la Paz acaba de publicar el primer tomo de la saga del destacado autor correntino, con estudio preliminar del Prof. Oded Balaban, del Departamento de Filosofía de la Universidad de Haifa, Israel.


Voy a cometer una herejía literaria- algo que con buen estilo despliega Alejandro Bovino Maciel (1) en su “Los sueños de la eternidad en el tiempo” (2) –: la de comenzar la reseña de su libro por el último capítulo.

Es el capítulo titulado “La eternidad de las pampas y el gauchaje”, el que, en mi modo de leerlo, es la justificación literaria o poética de todo lo desarrollado anteriormente, ya que allí enlaza “El gaucho Martín Fierro”, el conocido y estudiado libro de José Hernández, con lo desarrollado en los seis capítulos anteriores de este ensayo.

“Los sueños de la eternidad en el tiempo” aborda un tema complejo que ha desvelado a la filosofía y las religiones – como a las disciplinas conexas a ellas – y desde hace miles de años a la civilización occidental. Para ello Bovino Maciel desarrolla un excelente cruce, producto de muchos años de estudio y de investigación, de la historia de la doctrina del cristianismo y de la filosofía occidental. Nos encontramos, a partir de los primeros seis concilios papales, con precisos detalles de nombres y fechas de las idas y vueltas sobre aquello que debe ser un dogma, como la entidad eterna de Dios y Cristo, sobre si deben ser Uno o dos, sobre los siete pecados capitales, la “maculada” concepción de la virgen, la infalibilidad del Papa y otros importantes temas. Bovino Maciel encuentra en los propios argumentos de la iglesia católica el origen de las dudas y de las críticas que el autor plantea con una rigurosidad que no exime de pinceladas de humor.

Toda su erudición pega un salto histórico y queda puesta al servicio de la lectura que realiza sobre “El gaucho Martín Fierro” y “El regreso de Martín Fierro”, en donde queda en evidencia que a Bovino Maciel - como lo atestigua su vasta obra literaria anterior – le interesa tanto la historia de la región – habría que decir de la Patria Grande – como su literatura.

Ricardo Piglia, un imprescindible faro intelectual, dice en “Las tres vanguardias” que la recepción de un libro depende más del modo en que se lo lee que del modo en que fue escrito, lo cual depende del contexto histórico donde se despliega la lucha de las vanguardias con las tradiciones literarias.

José Hernández escribió “El gaucho Martín Fierro” en 1872 y “La vuelta de Martín Fierro” en 1879, como una respuesta al “Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas”, de Domingo F. Sarmiento, y su objetivo era literario y político.

Hernández era rival político de Sarmiento, quien puso precio a su cabeza luego de un fallido levantamiento en armas de aquel en contra de su gobierno - por eso Hernández se refugió en Corrientes y en el sur de Brasil, momento en que comenzó la escritura de su poema gauchesco –. Composición cuyo fin era destacar la marginalidad a la que era sometido el gaucho en el momento histórico de la construcción de la República Argentina, luego de finalizada la larga guerra civil entre unitarios y federales.

El gaucho era, por un lado, carne de cañón en la lucha contra los indios - Martín Fierro es “levantado” contra su voluntad y llevado a la frontera interior a pelear contra los pampas, de donde escapa - y por otro por la llegada de los inmigrantes, quienes gozaban de beneficios que les negaban a los gauchos: los extranjeros eran aquellos que traían la anhelada civilización europea.

Bovino Maciel se instala en esa polémica y dice que el gaucho es un marginal en doble sentido: por su analfabetismo y por sus costumbres camperas es rechazado por la ciudad que comienza a europeizarse y a su vez también es rechazado por los indios, pues ha luchado contra ellos.

La generación del 80 leyó el Martín Fierro como la exaltación de la barbarie que buscaba erradicar, pero llegado el siglo XX el Martín Fierro fue leído de otra manera. En 1917, en “El payador”, Leopoldo Lugones se pone al frente de la tarea literaria y política de canonizarlo como el libro de la argentinidad. Fue esa una respuesta al temor de las clases dominantes a las ideas anarquistas que llegaban con los inmigrantes europeos; se necesitaba un símbolo de la tradición de lo argentino. Lugones lee en el Martín Fierro el coraje de la raza y de la lucha por la libertad, cualidades harto necesarias para enarbolarlo como símbolo. Esta operación que fue rechazada por Borges, quien dijo que el destino de nuestro país hubiera sido otro si el libro de la argentinidad hubiera sido el Facundo y no la historia de un gaucho desertor. Macedonio Fernández terció con su habitual ironía: “pobres los gauchos, se la pasan hablando en versos”.

Bobino Maciel atraviesa al Martín Fierro por lo que escribió en los seis capítulos anteriores de su ensayo y el resultado es extraordinario. Se centra en el giro narrativo e ideológico que se encuentra en “La vuelta…” cuando Fierro, en la payada con el Moreno, hermano de aquel a quien Fierro mató años atrás, somete a preguntas al Moreno sobre la naturaleza, la cantidad, el Ser. Este las responde con profundos conocimientos, provocando la admiración de Fierro. Después – en un intercambio dialéctico – es el Moreno quien interroga a Fierro sobre Dios y el tiempo, quien, al decir de Bovino Maciel, responde como un metafísico monista y otras como un humanista, algo imposible en la lógica sarmientina. Ya no es el gaucho anarco-matrero, se ha civilizado, da consejos a sus hijos, pero Hernández, astutamente, nos lega en la figura de El viejo Vizcacha, su crítica a la sociedad.

El resultado final del libro es que Fierro se hace amigo del Moreno y se va hacia en paz hacia el horizonte, hacia el futuro, montado en su caballo en compañía de sus hijos.

Cuando un libro me gusta me lleva hacia otros textos, en este caso fui llevado a “Historia de la iglesia argentina”, (2000), ensayo de Roberto Di Stéfano y Loris Zanatta – el mejor libro de política argentina que leí en los últimos años –; al artículo “Cómo se escribió el Martín Fierro”, (2003), de Élida Lois (forma parte de “Historia crítica de la literatura argentina”, dirigida por Noé Jitrik); a “El Paso de los Libres”, (1934), poema gauchesco sobre la revolución contra el gobierno de Agustín P. Justo que escribiera Arturo Jauretche cuando estuvo preso en Corrientes, y que cuenta con el prólogo de Borges. También fui hacia “Los cautivos”, (2000), una nouvelle de Martín Kohan sobre un par de indómitos y errantes gauchos que recorren la pampa y a “El deseo y la furia”, (2022), la excelente novela de Luis Benítez sobre el mito de Camila O´Gorman, ambas ambientadas en la etapa previa a la formación de la República Argentina, época histórica que hay que recorrer desde la literatura para entender la escritura tanto del Facundo como del poema gauchesco de José Hernández.

Voy a finalizar con una buena noticia, “Los sueños de la eternidad en el tiempo” (2023), editado por Librería de La Paz, es el primer volumen sobre un total de seis libros de Alejandro Bovino Maciel, los que espero que a la brevedad nos sigan enseñando un camino de lectura crítica sobre este complejo e inspirador tema de la existencia humana.

Referencias

(*) Luis Polo nació en Paso de los Libres, provincia argentina de Corrientes, en 1956. Luego vivió en Buenos Aires y actualmente reside en la ciudad de Corrientes. Es psicoanalista y psiquiatra, se dedicó muchos años a la transmisión del psicoanálisis a través de la Biblioteca Analítica Corrientes y del C.I.D Corrientes-Chaco perteneciente al Instituto Oscar Masotta. Publicó artículos de psicoanálisis en diversas revistas. Fue director de la revista de cine Pez Dorado, en la cual publicó críticas de películas.  También publicó en el Círculo invisible, un libro de cuentos de autores correntinos, Érase una vez en Paso de los Libres, autobiografía novelada, en 2022, y la novela Barrientos, en 2023.

(1) El poeta, ensayista, dramaturgo y narrador argentino Alejandro Bovino Maciel nació en la provincia de Corrientes en 1956. Entre otros, ha publicado los siguientes títulos: La salvación, después de Noé (cuentos y ensayos, Editorial Ocruxaves, Buenos Aires, 1989); Los conjurados del Quilombo del Gran Chaco (relatos, en coautoría con Augusto Roa Bastos, Omar Prego Gadea y Eric Nepomuceno, Edit. Alfaguara, Buenos Aires, 2000, Editorial Record, Brasil, Río de Janeiro, 2001); El trueno entre las páginas (conversaciones con Augusto Roa Bastos, Editorial Intercontinental, Asunción, Paraguay, 2002);  Polisapo (narración en coautoría con Roa Bastos, Ed. Servilibro, Asunción, Paraguay, 2002, Editorial Libresa, Ecuador, 2005, Editorial Laberinto, España, 2006); La Bruja de oro (nouvelle infanto-juvenil, Servilibro, Paraguay, 2004); Prostibularias-1 (en coautoría con otros autores paraguayos y argentinos, Editorial Servilibro, Paraguay, 2002); Diários de um rei exiliado (Editorial Landmark, Sao Paulo, Brasil, 2005); El señor es contigo (en coautoría con Gloria Rubin, investigación sobre feminicidio en Paraguay, Servilibro, Paraguay, 2005); 20 poemas de humor y una canción disparatada (en coautoría con Pepa Kostianovsky, Servilibro, Paraguay, 2005); Culpa de los muertos (novela, Editorial Rubeo, Barcelona, 2007); Cuentos en la guerra y en la paz (Servilibro, Paraguay, 2011); La faute des morts (novela, Editions La Derniére Goutte, Estrasburgo, Francia, 2014); Teatro Político-1 (Editorial Intercontinental, Asunción, Paraguay, 2012); Enero. Los perros de Dios (Editorial Servilibro, Asunción, Paraguay, 2013); Teatro Político-2 (Editorial Nueva Generación, Buenos Aires, 2015); Teatro Político-3 (Editorial EUDEBA, Buenos Aires, 2016). Es director de Palabras Escritas, revista-libro, diálogo cultural entre Brasil e Hispanoamérica, Edit. Servilibro, Paraguay. Es miembro de SAL-REDAL, centro de estudios de la Universidad de la Sorbona, París, Francia.

(2)Editorial Librería de la Paz, ISBN 978-987-8964-60-7, volumen 1, con estudio preliminar del Prof. Oded Balaban, Departamento de Filosofía de la Universidad de Haifa, Israel, 132 pp, Resistencia, provincia argentina del Chaco, 2023. https://www.libreriadelapazediciones.com.ar/

 

 

 


Friday, July 21, 2023

A escribir

 Carlos Pérez


A escribir vamos

interrumpiendo el dormir de las feroces aves
en las simas de las peligrosas montañas
quebrando almas contra el sereno horizonte
para no más ver como las chispas resaltan
en el inesperado beso de la moribunda noche

vamos

declarando libre la tierra de la caña y el galope
donde el viento fugitivo alienta brío y tambor
rodando como las manos del esclavo revelado
listo con el futuro en el bolsillo de las pampas
derramando lágrimas en los palmares del alba

A escribir

condenando al miedo desamparado de su ignorancia
acompañado por las madres del arenal y la resaca
vestidos entre los amaneceres de libros prohibidos
con sus plumas y sus lanzas abrazando el Orinoco
estrellando los planetas mientras comiendo mango

vamos

no más porque la magia es terca como los burros
lista con su pesada carga del lomo amarrada
entre los santos borrachos a los pies de la iglesia
y las niñas esperando crecer para escapar al pueblo
donde mercados alborotan las picaras abuelas

A escribir

porque así se ama la mortalidad de la palabra
dejándote un beso de tropical sentir en la almohada
cuando hasta el olvido de la resecada lagrima regresa
creando nuevamente el dios del verso escondido
creándonos entre los labios de la noche en gemidos.

Vamos





 

 

Friday, July 14, 2023


 

Reflexión trunca a las 6:00 AM sobre la lectura.

Jorge Etcheverry

Las lecturas son sumamente personales como experiencia. Incluso suponiendo una pantalla gigante que proyecta textos institucionalmente aprobados frente a una multitud que tiene que repetir en voz alta y al unísono esos lemas, mandamientos, principios, los ojos y el cerebro que leen son individuales y no se pueden transferir. No hay uniformización, nivelación, socialización de la lectura que pueda abolir este hecho.  Para imponer un discurso valórico vigente, la imagen, la estatua, el muro, el retrato heterodoxos pueden ser eliminados del paisaje visual. La justificación, la universalización del estado de cosas ideológico actual para hacerlo proyectarse hacia el pasado y el futuro insondables, para hacerlo universal y sempiterno, tienen que ser parte de un discurso totalizante, que no tiene para qué ser necesariamente explicativo o enteramente racional. Ese discurso es imprescindible.  Resulta aparente la necesidad de ese discurso, que a su vez para ser permanente y total tiene que convertirse en algún momento y de alguna manera en texto, que implica la experiencia individual e intransferible de la lectura, donde en teoría y estadísticamente todo puede pasar. Lo que rompe el ciclo tautológico de la pretensión universal y absoluta de la ideología/discurso dominante o subordinado, racional o religioso, retrógrado o progresista. Porque todo discurso textual desprendido desde una ideología o concepción de mundo tiende a ser universal. Pero las lecturas se hacen en un contexto social, regional, comunal, político, cultural, implican expectativas sobre tradiciones, la existencia de espacios concretos, objetos mercantilizables impresos o no, la presencia de círculos de protagonistas sociales, detentadores/otorgadores de poder, portavoces. Entonces el sentido por así decir directo o diccionográfico o léxico de la lectura se ve modificado, su importancia casi suplantada por los factores situacionales que la necesita y que la cobijan, elementos de valor agregado al sentido. Entonces la lectura se encuentra como centro de un entramado institucional, entendido como una pugna/encuentro/equilibrio temporal de diversas “instancias” simbólicas/fácticas. Centro porque todo discurso emitido termina en la lectura.  En general, se leen discursos que son producto y hasta cierto punto reflejan esas condiciones, Comúnmente los discursos leídos y legibles no están muy alejados de la convención prevaleciente o consagrada, en muchos casos común a las distintas posiciones ideológico/políticas, sus figuras, textos y maneras son atribuibles a un algo nacional. Se alejan quizás solo lo suficiente como para crear un perfil, que tiene que ver cada vez en mayor medida con la constancia de un estilo o temática, una carrera literaria prolongada y más o menos pública, etc. Los entornos sociales crean expresores/reflejadores de esas condiciones, centros de (relativa) atención social, que pueden ser intercambiables, y donde inciden elementos tales como el aspecto físico, etc.  

Sunday, July 2, 2023

“Poemas vagabundos”, de Rubén Balseiro

Luis Benítez

El sello Enigma Editores, de Buenos Aires, distribuyó en librerías un nuevo poemario del destacado poeta, escritor y ensayista, que ratifica su condición de referente de su generación. Treinta y dos piezas poéticas le bastan al poeta argentino Rubén Balseiro, en su flamante Poemas vagabundos (1), para exponer ante el lector, con precisión y maestría, ese universo propio que sus lectores le conocemos. Un logro que, a lo largo de su ya extensa trayectoria en las letras argentinas, no fue fruto de la inspiración momentánea y tantas veces volátil, que a veces sí y a veces no, deja algo semejante a ella sobre el papel. Tampoco esa forja de una voz propia, la que lo distingue, es el resultado de amoldar sus versos al lecho de Procusto de la moda literaria, que modas el autor nacido en Avellaneda en 1955 ha visto pasar muchas y a la mayoría de ellas luego las ha visto desaparecer por donde vinieron. Sabe muy bien Balseiro que hay que escribir como un poeta, no como un período de la poesía.  Su poética es producto de un empecinado trabajo con el lenguaje, el cómo que modifica para siempre el qué. Pero para el cómo que esgrime su poesía, hayque tener primero qué decir. Y el poeta argentino Balseiro tiene mucho que decirnos. Hablarnos de la situación de una conciencia como la suya en el complejo mundo contemporáneo, donde los valores de lo que reconocemos como lo intrínsecamente humano son puestos constantemente en jaque; donde el desasosiego, la efímera felicidad, la siempre acechante angustia, la perplejidad ante el devenir, la duda punzante acerca de qué papel nos toca en el campo delo subjetivo y en aquel de lo objetivo -criaturas de dos mundos como siempre somos- debe ser respondida a cada paso. O al menos, intentar hacerlo.


Esto es apenas un grosero esbozo de cuanto provee a ese espejo, el lector, el universo creado y recreado por Balseiro. Porque en su poética navegan a sus anchas los eternos pares de opuestos del género y sus infinitas combinaciones posibles: la vida y la muerte; el amor y el odio; el valor y el temor; la hesitación y la certeza; lo individual y lo colectivo; la belleza y el horror. Hijo de una tradición de la que no reniega sino que la reafirma y enriquece, sabe aprovechar los recursos que una lengua como la nuestra, tan plástica y bien dotada para la poesía, para ganarle nuevos territorios a lo inefable, aquello que no puede ser dicho sino a través de los versos, porque es la poesía la capaz, si no de expresar lo real inalcanzable, la única expresión que con su juego constante de alusiones y elusiones nos acerca más a los límites que impone el lenguaje. Poemas vagabundos contradice a su título, ya que al abrir sus páginas, buena parte de lo que contiene el volumen se torna sedentario, se queda para siempre dentro de nosotros. Nuestro Jorge Luis Borges refería que la poesía es la felicidad del lenguaje. Mientras existan poetas como Rubén Balseiro, esa felicidad nos está garantizada. El autor Rubén Balseiro es un poeta, escritor y ensayista nacido en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, Argentina, en 1955. Ha colaborado en numerosas publicaciones, periódicos y revistas del país y del exterior. Integrante durante varios años de la Fundación Argentina para la Poesía, de la que fue secretario durante los años 1994 a 1998. Participó como secretario de redacción de la revista “Nexo Literario” de la Fundación Argentina para la Poesía y coordinó durante esos años el “Café Literario de la Sociedad Argentina de Escritores”(SADE) junto a Guillermo Román. En 1999, junto a Gabriela Gelardi, Guillermo Román y Juan José Folguerá fundó el grupo “Sisma” y coordinó junto a Gabriela Gelardi el Café Literario de dicho grupo. En 2010 en compañía de Carina Paz coordinó nuevamente el Café Literario en SADE.

 Figura en varias antologías, entre ellas: “El Cantar de las Palabras” Ed. Metáfora - “Poetas Argentinos Contemporáneos” Tomo III Ed. Eleusis (selección de Nina Turlher)-“70 poetas Argentinos de Hoy” Ed. Plus Ultra (Selección de Antonio Aliberti) -“Testimonios del Presente” Ed. La Luna Que - “Poesía Argentina Contemporánea” Vol. XIII (Fundación Argentina para la Poesía) - “Otra mirada otra distancia” Ed. La Luna Que, entre otras. Ha publicado en poesía: “De Lugares y Olvidos”, Ed. Último Reino (1989) - “Los desiertos más íntimos” Ed. Último Reino (1998) - “Cántaros quebrados”, Ed. Argos (2005) - “Despojos”, Ed. Vinciguerra (2007)- “Sueños de Ícaro” Ed. Namastei (2011) - “Como los pájaros”, Ed. La Luna Que (2015) - “Al caer la noche”, Ed. Botella al mar, Uruguay, (2018). En ensayo: “En la tierra de nadie”. Ed. Vinciguerra (2008) -“Roberto Juarroz”, Ed. La Luna Que (2018) - “Comunicación, palabra y poder”, Enigma editores, (2019) - “Roberto Juarroz, los límites de la palabra”, Colección Los Maestros, Fundación Argentina para la Poesía (2020) – “Consideraciones sobre poesía y lenguaje”, Enigma editores (2022). De próxima aparición:“Poemas Vagabundos” (poesía), Enigma editores. Su obra ha sido traducida parcialmente al inglés, francés y griego Ha recibido, entre otras distinciones: Primera Mención Fondo Nacional de las Artes y Faja de Honor de ADEA (1989)por “De Lugares y Olvidos” - Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (2008) por “Despojos” - “Puma de Plata” de La Fundación Argentina para la Poesía (2010) - Primer Premio de las “Siete Colinas” por “Sueños de Ícaro” (2011) - “Tercer Premio Municipal de la ciudad de Buenos Aires” por “Como los pájaros” – Primer premio “Arturo Cuadrado, (Uruguay) por “Al Caerla noche” (2018) - Distinción a la trayectoria literaria otorgada por el ILCH(Instituto Latinoamericano de Cultura Hispánica).Contacto: rbalseiro55@gmail.comNOTA(1)Enigma Editores, ISBN 978-987-8250-05-2, 62 pp., Buenos Aires, 2023.


 

La poesía de Claudia Ainchil

  Luis Benítez   La poeta, escritora y periodista argentina Claudia Ainchil nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Libros de poesía p...