Jorge Etcheverry
Ciborgina a lo mejor no sabe que las experimenta o a lo mejor no registra esas sensaciones, puede que sí, pero no lo da a entender, a lo mejor ella misma cree que solo existe para cumplir una función, se considera un poco medio máquina—con razón—pero se mira al espejo todas las mañanas o en los escaparates de las tiendas cuando camina por las calles. Ahora bloquea los impulsos de sus labios que esbozan esa sonrisa que casi por cuenta propia responde al guiño que el mensajero humano al irse le hace desde la puerta. A lo mejor él no sabe lo que ella es y entonces una casi ternura se insinúa y sube al córtex biomecánico de Ciborgina ante ese joven ágil y cimbreante, que podría ser su tataranieto.Friday, January 22, 2021
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
VILLANCICO DEL NACIMIENTO DE VERDAD
Jorge Etcheverry Y fíjese señora que los animales vinieron y entibiaron al niño con su aliento y la virgen lavaba su ropita en la artesa ...
-
Luis Benítez La poeta, escritora y periodista argentina Claudia Ainchil nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Libros de poesía p...
-
Luis Benítez El sello argentino Ediciones Ciccus publicó un nuevo poemario de Daniel Viola, de destacada actuación en el género, así como ...
-
Luis Benítez La destacada artista plástica argentina Adriana Gaspar responde, en esta entrevista, los interrogantes surgidos de su vasta ...
No comments:
Post a Comment