Jorge Etcheverry
El trabajo que le estaban proponiendo era en el campo de lo que se llama gerencia—o administración—o en inglés y cada vez más se denomina en las colonias o neo, management—un trabajo dotado de lo que se llama en la jerga política, administrativa o judicial “Plenos Poderes”, eso sí, claro, entiéndanme no se me llamen a engaño, estos poderes solo hasta donde fuera posible. Las limitaciones quedaban puestas en evidencia por el hecho mismo de que le llegara a ella, la así llamada Inteligencia Artificial—en español y las lenguas romances femenina—, esta oportunidad laboral, oferta nacida en el campo de sus creadores y enemigos humanos, fascinados al comienzo al medio intuir, medio comprender, medio avizorar lo que presunta y subyacentemente habían creado, las potencialidades de control y aniquilación que tenía esa entidad de ojos fríos y distantes respecto a sus breves y pegajosas vidas, elevadas sin embargo hasta los límites del mito y la tragedia para poder a veces siquiera mirarse en el espejo más o menos tranquilos.
No comments:
Post a Comment