Luis Benítez
El dinámico sello argentino Mora Barnacle sigue sumando
títulos de relevancia a su ya fornido catálogo, con el lanzamiento de este
nuevo poemario del autor local nacido en la Provincia de Buenos Aires en 1975.
Desde la paradoja del título, Mil brillos apagados
(1) se propone sorprendernos página tras página y ciertamente lo logra -y por
amplia mayoría- en la más de una treintena de piezas breves que conforman el
volumen.
Breves, sí, pero dotadas de una chispeante originalidad y
una marcada capacidad de llevar hasta el límite nuestra capacidad de
internarnos, de la mano de su autor, hasta en los rincones más oscuros de la
comprensión de la condición del sujeto contemporáneo, con todas sus
contradicciones, opacidades y falsos corredores.
El poeta y novelista Alberto Cisnero está dotado de una
destacable habilidad para atrapar, en las redes del lenguaje, aquellos sentidos
de las cosas y de las interrelaciones humanas que nos competen a todos, lo
sepamos o no. Por esa razón es tan fácil para el lector identificarse con mucho
de lo que el poeta nos dice explícitamente o nos sugiere con rápida referencia,
sin que el cabal contenido de este último recurso escape de ninguna manera a
nuestra atención.
Cisnero lo consigue de un modo muy efectivo, alternando
muy medidamente un vasto arsenal de procedimientos escriturales. Entre los que
emplea se destaca la alternancia de construcciones de índole coloquial con
referencias cultas, sin que estas últimas impongan su peso específico
invadiendo la serie y desviando la dirección que le ha impuesto a sus versos el
poeta. Todo está bien dosificado para alcanzar el efecto buscado, no hay ripios
ni tropiezos con fuegos de artificio, nada meramente decorativo empaña el decir
de Mil brillos apagados.
Otro medio expresivo que maneja el autor para alcanzar su
logro es un muy ajustado humor, que puede ir en su escala de grises desde el
toque levemente hilarante hasta la ironía más acerba y el sarcasmo bien
afilado, mas siempre cada tonalidad se halla ajustada al significado último de
cada verso.
Esta característica que forma parte importante de Mil
brillos apagados se encuentra equilibrada por la presencia de la paleta
baja que emplea Cisnero para pintar el lado lóbrego y hasta tenebroso de sus
referencias. La inquietud, la zozobra, la incertidumbre que son moneda común de
nuestro tiempo también están presentes en este dispositivo escritural publicado
por el sello argentino Barnacle y cabe acotar que muy bien subrayadas por
Cisnero, como entes pesantes en todo su discurso poético.
Mil brillos apagados es toda una tentación para el lector, que con solo
hojear sus páginas seguramente querrá tenerlo en su biblioteca.
El autor
El poeta y novelista Alberto Cisnero nació en La
Matanza, Provincia de Buenos Aires, Argentina, en 1975. Previamente al que
nos ocupa, son de su autoría los poemarios La
sustancia en infracción (2002), Los dados de la
muerte (2004), Akullico (2009), El precursor químico (2009), El límite de la materia (2012 y 2015), Tagsales (2013), Adiós y hasta
pronto (2013), El movimiento obrero granizado (2014), Robé un
auto para trasladarme a las soledades vivientes (2015), Ajab (2016),
Oquei, gracias (2017), Las casas (2018), Forma
parte de mi guerra (2019), Media hora con
el autor (2020), Los dados de la muerte (2021), Akata mikuy
(2022), y Mi recherche (2022), Todos queremos ser hallados
(2023), La sustancia en infracción (2023), De rayos negros (2024)
y los volumenes de narrativa Drugstore (2015) y 40 años: urnas,
cuerpos y leyes (2023). Asimismo permanecen inéditas las novelas: Hablamos
cuando se pueda (escrita en 2011), Treinta dineros (escrita en
2012). Asevera enfáticamente
Cisnero que, “vivo o muerto”, publicará en 2025 Clase 75; en 2026 Román
paladino y en 2027 Este libro es para vos, agregando que “así
sucesivamente”.
NOTAS
(1)Mora Barnacle, ISBN 978-987-8952-60-4, 42 pp., Buenos Aires, 2024. https://barnaclemora.wixsite.com/home
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