Friday, December 7, 2018

Poemas de Edmundo Magaña

El destacado antropólogo chileno Edmundo Magaña escribió poesía a fines de los 1960 y comienzos de la década de 1970, cuando era estudiante y militante de la Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP).


Poemas de “CRÓNICAS DE PROVINCIA

(Edmundo Magaña)


                  ***
Sobre la mesa del billar,
entre las bolas,
la abuela mecía nuestro hijo tan lejano.
Un retrato de Bakunin
movía los ojos.
Lenín tomaba café con Pola Negri.
Nos dijo que guardáramos
los tubos de dentífricos para hacer balas
y las botellas de Pisco para las bombas Molotov.
                                                LAS BOMBAS MOLOTOV
                                                ¡POR FIN!
Y galopamos tanto sobre la Wolf 359
que mi tumba se resintió.
              (Las tumbas son un buen escondite)
                                AH,
y también las bombas incendiarias:
Una botella de Pisco
                               Bencina
                                           Gasa.
                                                   Fósforos.
                                                  
                                                  Y  BUMMM. 
Mi madre dijo:
                     Tú andarás siempre con la soga al cuello.                  



EL CIRCO                              
Un canotier.
Una mano verde ha cogido un clavel.
Los chicos de Lancashire preceden la caravana,
mientras algunos marineros,
aguardan la caída de la luna
         en una bola de cristal.
Los leones y el gran chimpancé,
en 2 jaulas redondas.
         El pueblo es una flauta.

Los músicos han dejado un órgano
       detrás de los almendros
Y los oboes pendulan apacibles
       de los cables telefónicos.
        EXPECTACIÓN:
El viejo Franz 
                     ha caído
                                del tejado de su casa
                     con el violín
                                clavado en el pecho,
entre las piernas de las bailarinas.

Sus cabellos azules.
Y el arlequín que reparte estrellas
rodeado de nubes.
Y el arlequín que reparte fusiles.
Los payasos tocan sus tambores de lata
con el único extremo de los arcoíris.
En la casa del alcalde
llueven pétalos BH.

Un domador solitario husmea nuestra nube 99.

Llega Mac Millan con sus violinistas,
en un submarino que ha dejado sobre los rieles
una  paloma muerta.
                                 Una paloma.
                                 Un vagabundo rodeado de sonidos.

Dos ojos detrás de la estación.

EL MALABARISTA TIENE  CINCO MANOS,
                                                                                pero,
el reloj de Wensmister marca las 7 horas
al anciano del balcón celeste,
que cuelga el teléfono en su  brazo arqueado.

        ESE ES EL ANCIANO QUE TIENE UN CORAZÓN DE MANZANA.

Un payaso de papel de periódicos
da volteretas en la plaza.

13 campanadas sacuden la tarde
botando las hojas de los álamos.              
                                                         TAMBORES.
Ha llegado un niño
con un hormiguero en el estómago

                                                         TAMBORES.
Ha llegado un niño de 9 pies.


                                                         TAMBORES.
Ha comenzado la Guerra Popular.
                                                         TAMBORES.
We shall overcome,
y un caballo transita muy tranquilo
y los brazos de esa bailarina dos ramas
                        de eucaliptus.

                                                         FERROCARRIL AL VIETCONG.
                                           VIAJEMOS.
Los violinistas arrean esqueletos rosados.
Han caído armónicas de vidrio
                                           ¿Dónde?
                  BAILEMOS.
Bailarinas, bailemos!
Vuestros trajes de flores marchitas
aún no enmohecen.
Abuela, dime,
¿cómo han huido tus cadáveres?

              ¡ILUMÍNANOS SATANÁS!

Thursday, November 1, 2018

LA MAMÁ DEL "ALBA VOLANTE NUEVA".


EL ALBA VOLANTE

éste es el sitio anterior a este, que por este motivo se llama "nueva"

Soliloquio del académico exilado en un bus (como a los diez años del golpe)

Jorge Etcheverry Arcaya



Miente el tango, diez años es demasiado. Pero de alguna manera no miente el tango. Sin sentirse ni más viejo ni más inteligente. Si esa niña me hablara (en francés seguramente) yo no podría articular ni una palabra con sentido. A lo mejor me pondría colorado. "Que febril la mirada". Y cómo era de verde el verde allá en Macul, por esta misma fecha, que por allá es verano, y es mejor no acordarse. Si esta mina me preguntara le empezarla a decir estas cosas, y que al Pedagógico le decían Las Termas de Macul porque no parecía para nada universidad pero qué termas ni ocho cuartos, como dicen los coños, que a partir del 65 (le diría) no había año en que no levantáramos barricadas por lo menos dos, tres veces al año, ni que nos agarráramos a coscachos en las asambleas unas diez veces por lo menos, y eso sin contar el verano, de diciembre a marzo, que no nos las despistaban, las vacations, como se dice por aquí. Pleno verano por allá, mijita (le diría), como si no supiera que yo no le iba a entender nada si me hablaba en francés, y a lo mejor me salía algo con ella, un brillo como se decía por allá abajo, y me aguantaba que la invitara a un café en el terminal de buses y le diría que yo trabajo en la universidad, que estas cosas tienen estatus por aquí, que por allá no mucho, si cualquier empleado de banco ganaba más.



"Y porque salió de su país",



y yo le diría claro, que por lo del golpe, mijita, pero sintiendo un poco de verguenza porque, claro, yo me podía haber quedado adentro, a lo mejor a vender peinetas o súper ocho, un caramelo nuevo muy popular por allá abajo ahora dicen, pero quién dice que no me hubieran agarrado, si a la Marujita, que no tenía nada que ver, la agarraron, además de que uno por otro lado tenía familia. "Volveer, con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien”, así dice el tango, no creo que lo haya oído mijita, no mucho eso del “platearon” en mi caso, que parece que uno se conserva bien por estas latitudes, será por el frio, lo único que, aunque no tanto como dice el tango, soy un poco (bastante) canosito, pero por lo menos soy flaco que si fuera gordo, como Pacheco, o con tendencia a ser gordo, como el Gustavo otro gallo cantaría. Pero una vez que uno pasa el primer año acá o se mantiene medio en forma o se pone gordo como vaca, todo el invierno encuevado sin poder salir, lo único que uno tenía que hacer cuando tenía tiempo y no andaba trabajando por ahí al comienzo, limpiado pisos, haciendo camas, para qué le digo, mijita (le diría) era como pensar, acordarse, pasarle revista a todas las cosas, el barrio, la cordillera siempre visible, de nuestra ciudad allá abajo.



 "Mire, mijita, en mi país uno tiene la cordillera a la vista todo el tiempo. Allí, en los faldeos cerquita de Santiago está la mejor pista de esquí del mundo, ahí a veces hasta se llevan a cabo los campeonatos internacionales"



Y uno que nunca ni siquiera se asomó a Portillo, un resort de esquí, pero como aquí el esquí es cosa de todo el mundo, como salir a trotar o a andar en bicicleta tan pronto se deshace el hielo, y uno que ni siquiera se atreve a ponerse shorts. Es que a la postre la vida aquí es bastante fácil, el coño Suarez dice que los chilenos somos todos como una mafia, joder (aunque en realidad nos llevamos como perro y gato), que miramos en menos a los españoles. Claro, como llegaron antes al país y están apernados hasta que se mueran andan siempre saltones con los gallos nuevos, con otras ideas. Y como no pude ir a la Conferencia esa de que le hablaba, quizás qué andarán hablando por ahí ahora los otros. Y tan fachosos, como dueños y a la hora de leer en los congresos salen con unos papers que llegan a dar lástima, pero qué se le va hacer, mijita, que mejor esto, al menos uno hace algo parecido a lo que hacía por allá, a la postre mejor que estar limpiando pisos o trabajando de waiter como tantos otros, en realidad tuvimos suerte y eso que ella, mi mujer, no se quería venir y ahora no se quiere volver al país ni por nada.



Y claro, "Volver", si todos queremos volver, pero a la hora de pisar de nuevo la loza de Los Cerrillos (Almirante Merino que le dicen ahora), aunque sea de visita, y ver a los tipos que te sacan fotos, no solo a uno, a todos los que vienen bajando del avión hasta que alguien te dice que son para recuerdo, que no se preocupe, y si uno quiere habla después con el hombre le compra las fotos, y después uno pasa en el taxi por el centro y ve a los milicos con la metralleta en posición en todas las esquinas y los pacos con perros paseándose y ese aire de la gente como mirando sin ver cuando les pasan por el lado y uno quedándose en la casa de la mamá o la tía etc., sin salir los primeros días, sin atreverse a llamar siquiera por teléfono a los amigos de antes, para saber cómo está, cómo les ha ido, y menos salir para afuera, como cuando uno está enfermo y empieza con las salidas despacito, convaleciendo del alma, y todo lo que cuentan y saber que el Peda, es decir el Instituto Pedagógico, ya no existe y está todo repartido y los que trabajaban ahí antes y se quedaron andan todos cesantes, con problemas, vendiendo súper ocho en las micros, cuando les fue bieny que cuando me encontré con el Chano en la Plaza Italia casi me desmayé de la impresión y no me atreví. a saludar, vaya uno a saber la situación del otro, porque yo le diría (mijita) que todavía a veces tengo pesadillas de que tengo que irme a Canadá y se me perdió el pasaporte, que me dicen que tengo que ir a investigaciones a sacarme el papel de antecedentes, a. firmar otros papeles, a Impuestos Internos, y me encuentro con Téllez en la calle y me cuenta lo de la Marujita y  me pregunta que qué estoy haciendo yo todavía por ahí dando vueltas, que me haga humo lo más luego que pueda.



Porque allá (mijita), la gente no se anda con chiquitas, los autos no se quedan parados porque a un viejito se le antojó cruzar por el medio de la calle, ni la gente hace colas para tomar el bus .. Aquí la policía aparece muy ceremoniosa cuando se mete boche después de las once de la noche. Pero allá cuando vinieron una vez que varios amigos le hacían una fiesta a un amigo que venía llegando, él se arrancó por la pandereta de atrás, aunque ya no había toque de queda ni nada, pero por la fuerza de la costumbre, por lo que pasaba antes, y claro "Volver". Por aquí todos dicen que vuelven, y quién no, pero uno como que se está acostumbrando a las bibliotecas. todas esas revistas, los microfilmes, los laboratorios de lenguas, el teatro ( que la gente ni ve), las conferencias, las invitaciones a los congresos afuera, y la universidad que te puede pagar el pasaje. Pero depende de los coños, que es así como les decimos en Chile cariñosamente a los españoles. Y en realidad lo único que quieren los cabros que toman los cursos de español es sacar luego su papelito y chao, además que-no puedes ni siquiera rajarlos, sacarlos mal, porque para eso ellos, o los papás, están pagando su platita, y fuera de las peleas en los departamentos de lenguas romances o extranjeras y los cheese and wine no hay nada más que hacer, si no es tratar (yo no, todavía no) de pegarse una semanita en Centro América en Febrero, y ver si te dan un tenior, un senior (ni soñando), que te prorroguen el contrato para no tener que estar pensando en que ganarse los porotos en Septiembre. "Las nieves del tiempo plateando mi sien". Y las canas que no me las despinta nadie, y nosotros no tenemos la costumbre de andarnos tiñiendo, allá eso es cosa de maricones, gay, como les dicen por aquí, mijita, (y parece que me está mirando, y parece que me roz6 con la rodilla, pero con ese aire tan indiferente, y ahora se me puso. a mirar por la ventanilla, y yo que en realidad no le pego a galán latino, ni le puedo hablar del tiempo o el trabajo como los tipos por acá, ni menos en francés). -



Wednesday, October 3, 2018

Frutos del país


Jorge etcheverry arcaya

Se juntaron para planificar la antología, había algunos fondos, unos concursables que estaban casi seguros, otros de donaciones particulares, algunas empresas y una viñas chicas pero que iban a empezar a exportar hacia Asia Pacífico. La idea era utilizar esa frase como título, un volumen que iba a reunir a los poetas de todas las regiones, de las diversas generaciones, que se iba a echar al bolsillo los antagonismos de las provincias contra la capital, la mirada en menos de ésta hacia las susodichas, iba a incluir a mujeres  y a los diversos géneros, a los diversos pueblos originarios, a los comprometidos y torremarfilíneos, sin absolutismos ni influencia de partidos, logias, círculos académicos,  grupos de amigos.  Claro que no se podía incluir a todo el mundo, ya estaba la Antología Absoluta. Sería un libro de bastante páginas, con versión electrónica, que iba a destacar a los poetas representativos, que ya tenían algunas menciones, alguna crítica, aparecían en antologías, en realidad, como dijo uno, iba a ser “una muestra representativa”. El título “Frutos del país” aludía a esos establecimientos tradicionales y populares que vendían eso, es decir, frutos del país. Eso tenía un dejo nostálgico, bucólico, campestre si se quiere.  Pero había unos problemillas, dijo otro de los asociados, si se trata de “frutos”, no va a faltar alguien que se queje, porqué no “frutas”, es menos patriarcal, aunque no sea el nombre tradicional de los establecimientos que denota el título, y ya asentados en la mentalidad popular. “pero también está asentada en la mentalidad popular la frase “quien me quiere me aporrea””, dijo la única mujer en el comité, y claro, tenía razón. “Además”, terció el primero, “con la llegada de inmigrantes de todas las latitudes, si usamos esté título, ¿cómo vamos a darle cabida a los representantes de esa nueva población chilena?”. Otro respondió, “ya serían chilenos, acuérdense de que ahora producimos kiwis, salmón del Atlántico, arándanos, para nombrar a algunos de los productos que exitosamente se han aclimatado a nuestro terruño”. “Y qué pasa con los de afuera”, preguntó la mujer. “Bueno, ahí la cosa se complica”. “Pero desde ya, por lo menos les vamos a mandar fruta”.

Saturday, July 21, 2018

Enlace a una novela breve mía, "de formación", se trata de un joven de clase media que termina el liceo y entra a la universidad a mediados y fines de los convulsos y mágicos 60 del siglo pasado, con una intervención posterior al golpe de un personaje. Muchas cosas de la época que puede que "dejen pillos" a lectores no chilenos    https://jorgetecheverry.blogspot.com/

Wednesday, July 11, 2018

Oftalmología


Jorge Etcheverry


“Todo lo que tiene ojos está condenado a tener una cosa adelante, lo que se ve y otra cosa atrás, a la espalda, lo malo, lo que no se conoce, eso de lo que nosotros, en el medio, estamos siempre tratando de salir o de arrancar para llegar a lo de adelante”. Frunció el ceño, dijo para sí mismo  “claro que en el caso de las arañas, por ejemplo, que parece que tienen ojos alrededor de toda la cabeza, a lo mejor no es tan así el asunto”. En el café que frecuentan diversos tipos de viejos (uno el que escribe) esa vez no había otros hispanohablantes, solo una niña colombiana que sirve café y que a veces se sonríe para sus adentros cuando nos oye

Los gringos la mayoría están acostumbrados en este país a escuchar gente que habla en otro idioma. Las nubes amenazan tormenta que se puede dejar caer en unos minutos. Afuera el gato de los cuarenta y tantos Celsius sobre cero se rasca el lomo contra los escaparates, las ventanas.

Siempre se ha identificado al sol con la sabiduría, la razón, algunos y algunas están poniendo ahora el grito en el cielo—en inglés sería más fácil quizás establecer vocabularios más justos—en ese idioma el mundo es casi neutro—el sistema desprende zarcillos que como redes nerviosas o de cableado eléctrico nos hacen sentir sus necesidades que son nuestras—antes ciego pese a millones de mujeres ajusticiadas de diversa manera, en hogueras, etc.—pero ahora es necesario que ellas produzcan y consuman junto a sus taimados compañeros que entran lenta y cautelosamente en las turbias y frígidas aguas de la concesión, de la resignación—pero qué tiene que ver esto con los ojos, de eso estábamos hablando—no te me vayas por las ramas, “no te creas, en la lucha entre texto y pantalla la última salió ganadora, aunque todavía no sé cómo funciona eso en el caso de los que leen en Braile”.

Un bardo ciego fue hace ya milenios creo uno de los más reconocidos cultores de este género

A sueldo claro de los sátrapas de turno, de los que ganaron, que son los que siempre aparecen vencedores en los libros de historia, esto es súper cliché pero no deja de ser menos cierto

Quizás esa misma falta de ojos fue lo que lo hizo escribir tan bien, ¿no crees Jorge?—mira no te lo discuto, pero estoy seguro de que hay montones de poetas ciegos que escriben pésimo, por no decir un vocablo muy chileno que uso a veces, pero que muchos hispano hablantes no van a entender. Un sol rojo se esconde ya no tan metafóricamente bajo el horizonte—estamos en la vera del incendio del mundo—en la sucesión de los siglos que son como pestañadas de tiempo me parece ver con un ojo interior el adelgazamiento primero y la combustión después de pueblos enteros. La ceguera aunque no física se cierne como pájaro de alas negras que lo cubren todo.

No se saca nada con tratar de no ver, de extirparse los ojos

O de querer verle el lado bueno a las cosas

El personaje central de la insigne novela El rostro verde del no menos insigne autor austríaco Gustav Meyrink que no goza de la fama, el renombre, el prestigio, el reconocimiento que se merece, al que tiene el justo, inalienable, indiscutible y evidente derecho que le corresponde, que se le debe y acredita

Pasa muchas pellejerías, tribulaciones como diría un cristiano más o menos protestantón. Ante el pavoroso espectáculo del estado de cosas que se le enfrenta saca unas tijeras y se las va a meter por las pupilas diciendo algo así como que quiere salir ciego de este mundo y entonces sale una especie de ángel, le bota las tijeras de las manos de una cachetada y le dice clarito que los que no aprendan a ver en este mundo menos van a poder hacerlo en el otro por muy celestial que sea

Saturday, June 9, 2018

Encuentro casual en el bus

Jorge Etcheverry Arcaya

En el bus me encuentro con una cara conocida. “hola, quizás no se acuerde de mí”. Cómo no me voy a acordar, una ex alumna de mi primera clase de español. Tengo muy buena memoria para las caras. Se trata de Rossie, comenzamos a hablar, pero nos vamos acercando, se baja una pareja y nos sentamos, nos tomamos las manos, casualmente, le rozo la mejilla con los labios de una manera natural y ella se acerca de manera que sentimos el calor de la piel, casi, bajo las prendas otoñales. Me dice que vive sola, en una casa de un piso, cuidando de su padre. La calle queda cerca de donde vivo, a unas siete cuadras creo, no me da el número, pero nos bajamos en el mismo paradero, ella va al supermercado y yo me bajo unas cuadras antes para acompañarla un poco. Entre el paradero y supermercado hay una superficie sin pavimentar, de casi media cuadra, de tierra apretada, amarillenta, allí se ponen a veces vendedores ambulantes que extienden un paño en el suelo y encima su mercancía, que no tiene nada que ver con la del supermercado, libros y artículos usados, brebajes supuestamente sanatorios, confecciones caseras. Hay unos pentecostales, con letreros, vendiendo o repartiendo una revista. Caminamos unas cuadras, llegamos a una casita con jardín. Ella vive cuidando a su padre, me repite, hoy no sería bueno acompañarla a su casa, estaba todo desordenado, no había ni siquiera lavado los platos de la noche anterior, ni hecho las camas, pero ahora yo sabía dónde vivía, sonrió y se alisó el pelo. Yo me quedé en la vereda y ella entró. Pero Abelardo me dijo después que me anduviera con cuidado, esas son trampas, como la niña de la libreta, que siempre está en el café donde uno va y pareciera que no le llevara el apunte. “en cada mujer hay una Circe”, me dijo, pero eso fue un poco antes de que lo internaran.

Friday, May 18, 2018

La Yoli


Jorge Etcheverry

La Yolanda Pizarro Nómez, la Yoli, debía haber sido Nehme sino fuera  por el funcionario que les puso al nombre a su abuelo al llegar a Chile desde el Líbano, turcos los llamaban porque en esos tiempos del imperio otomano etc. y no vamos a entrar en esos acápites históricos los lectores se van a quedar pillos

S e mete al MIR por ahí a comienzos de los 70 y después del golpe anda como pantalla con los líderes y  por otro lado se las arregla para seducir a un milico oficial secretario de la junta, me pasa los teléfonos de los cuatro generales y yo a mi vez se los doy a una niña de la resistencia socialista

La Yoli ocupa un lugar asignado a su papá en la vicaría de la solidaridad para salir del país porque  él decidió quedarse seguir resistiendo—estas cosas son privadas, pero ella ya se murió en Chile y yo estoy afuera

Estuvo unos años en Irlanda trabajó con otros exilados chilenos en una industria pero no los dejaban tranquilos ni a sol ni a sombra, quizás tenían miedo que se fueran a poner  en contacto con la Irish Republican Army, pero ni a misa, había también algunos troscos exilados  y no les gustaba  para nada esa cosa confesional católica de la IRA

Entonces se vino a Canadá                                                 

Muy en borrador perdonen esos datos, pero me acuerdo que a fines de los sesenta o comienzos de los setenta tradujimos en el departamento de la Yoli en Nataniel con otro cumpa de la Escuela de Santiago unos textos cortos de Beckett para un número de Orfeo que no se publicó

Mala onda llegó el golpe el exilio y esas cosas que se quedaron en el tintero, pero dada la situación en general, global, como se dice es mejor ahora que paremos aquí.

Monday, April 30, 2018

Informe del oficial en el terreno


Jorge Etcheverry

Sol 3 se mantiene por ahora estable, el cambio climático producto de la actividad de los primates no se acerca aún al nivel de catástrofe planetaria. Los aumentos/descensos puntuales de temperatura en ciertas áreas pueden hacerlas no habitables en algunas décadas (término que usan para conjuntos de diez  períodos solares o años, en su contabilidad, que sigue un modelo decimal).  En la relación entre vida colectiva y elementos naturales,  se sigue sobredeterminando el factor aprovechamiento de lo que llaman “recursos naturales” inorgánicos y orgánicos, disminuyendo de paso el número y variedad de otras especies vivas. Frente al fenómeno acelerado de superpoblación generado en las últimas centurias (usan ese término para  contabilizar 100 períodos solares) la especie humana sigue generando  automáticamente conflictos de diversa especie que no parecen tener mayor efecto.  Las religiones preponderantes, si bien se secularizan en la medida en que se hacen urbanas, no han perdido su influencia y todas alientan y recompensan la reproducción masiva en sus sistemas de creencias. No se advierten mayores riesgos de pandemias ni estructuras sociales o ideológicas que limiten la natalidad. Por el contrario. Los elementos de lo que algunos de sus economistas denominan “acumulación del capital” implican el fenómeno de mano de obra barata, que excede a su uso simétrico, creando y manteniendo así ingentes cantidades de trabajadores potenciales de reserva que permiten además mantener bajos los costos del trabajo. Pronto se harán sentir problemas para el acceso a elementos básicos para la vida de estas comunidades de primates de Sol 3, como por el ejemplo el agua. Como decía, la ruptura del equilibrio de la especie con su hábitat que tuvo lugar en este caso, parece no ser reversible. La invención o descubrimiento de lo que llaman la inteligencia artificial no dará como resultado que los primates le otorguen e estas entidades la gestión total de sus sociedades ni el control de la interfaz primate humano/mundo natural, que me parece serían los únicos medios de evitar extinción o degradación profundas, posiblemente en una centuria (siempre utilizando años solares y sistema decimal para expresar las cifras).

Sunday, March 11, 2018

Cuento, respuesta a "Becas e identidad"

de la autora y traductora polaca, mexicana y canadiense María Borys

Querido Lucho:

Estuve pensando en lo que hablamos ayer. Dijiste que no sabes cómo aplicar para que te den una beca. Que eres viejo, que no tienes un historial patético, teatral o telenovelesco en que sustentar tu necesidad de apoyo económico. Y cuando discutes la problemática de género es porque no te puedes decidir entre escribir un ensayo o una novela. Pero bien lo dice el dicho, mas sabe el diablo por viejo que por diablo. Sentado en este otro bar, con un café irlandés calentándome las entrañas vislumbro el costal de oro al final del arco iris del imaginario de los seguidores de San Patricio: lo que tienes que hacer para obtener tu beca.

Ahora lo que está de moda es la vejez mi Lucho. Si quieres salir de pobre, diséñate uno de esos programas para sacar a los viejitos de su concha.

Actividad propuesta: que los viejitos bailen regetón sentados en sus sillas de ruedas viendo la pantalla – pero que sea pantalla de ordenador y el video de preferencia posteado en facebook, mejor aún si es de esos que se han convertido en virus por el dedo inquieto de los nietos y bisnietos, resultado del síndrome de likeo automático para apaciguar el molesto pingüe notificador.

Objetivos: hacer que fluya la sangre al ritmo de Despacito, que se cansen sus sombras de limitar el presente, que se olviden del hielo de las aceras que les impide, por miedo a resbalar, cruzar el umbral para salir a la fría luz de la verdad.

Metodología: Una tarde gris de primavera, en el cómodo calor chiaroscuro del auditorio de un centro comunitario, con sillas acoginadas para evitar las úlceras de las partes mas nobles y anchas de sus arrugas. Oirán su idioma y se sentirán como en esos tiempos de clarividencia juvenil cuando decidieron cruzar montañas, mares y fronteras sin pensar más que en alcanzar la libertad. Esa libertad que les prometía el norte a través de las canciones pegajosas, de las sonrisas de diamante y melenas de vaselina que invadieron para siempre el imaginario de las pantallas de los cines y las televisiones, mentores de su generación de rebeldes sin - ¿ó con? - causa. Y a cuyo encuentro, empujados por circunstancias fuera de su control, se veían ahora obligados a salir.

Problemática: Corrieron. Huyeron. Simplemente se fueron. Cortaron con lo conocido, de bagaje llevaron sueños y algún que otro recuerdo infantil. Sin pretender serlo, terminaron haciendo de nuevos Colones, seguros hasta el final de haber alcanzado las Indias sin darse cuenta que navegaban latitudes equivocadas. Como a Colón, ni siquiera les ha sido dado el derecho de nombrar su descubrimiento. Ahora que el inexorable paso de los años les encurva la espalda y encanece las rayas, viven olvidados y malinterpretados.

Así que escribe en la propuesta:
Metas a largo plazo: integrar generaciones y estrechar lazos comunitarios.

Indicadores cuantificables: los viejos utilizarán las tecnologías modernas y los jóvenes tendrán más confianza en sí mismos (como siempre han tenido – pero eso no lo menciones, a los burócratas que revisan esas solicitudes no se les permite admitir lo obvio).

No olvides concluir subrayando que el mismo programa tiene potencial de generar efectos multiplicadores, como el de los cinco panes y dos pescados que alimentó multitudes hace un par de milenios. Pero eso último tampoco lo menciones, a los burócratas se les ha prohibido recordarlo y - parafraseado - será útil para el reporte final.

Te aseguro que te darán la beca.
Y mientras esperas su respuesta, te invito a tomarte un vino conmigo en este bar.

Wednesday, March 7, 2018

Becas e identidad


Jorge Etcheverry Arcaya
El otro día el Lucho me citó a un Starbucks que está donde antes había un Bridgehead, en Elgin. Cuando llegué ya estaba sentado, cosa rara porque siempre llega atrasado. En pocas palabras y acuciado por problemas económicos—quién no—había decidido a postular a una beca para escribir del Consejo Canadiense de las Artes y quería mi consejo. El mejor cirujano es el más rápido, dice el proverbio chino, así es que entré en materia: “Mira, el problema es que con eso que escribes es difícil que te den plata, es muy rarete, está muy bien eso de la literatura fantástica, la ciencia ficción, la poesía de vanguardia, así en teoría y no mucho por estas latitudes tampoco. Pero tú y nosotros somos emigrantes, newcomers, a los del Consejo y no tan solo a ellos,  les interesa en lenguaje clarito para el lector flojo de estos tiempos, un documento de las pellejerías pasadas para adaptarte al nuevo país, lo que se llama el “proceso de aculturación”, o situaciones dramáticas en tu país de origen, de donde tuviste que salir abriendo, si eres refugiado. Pero en tu caso ni así. No tenís facha de latino. No padeces o padeciste persecución por motivos étnico s o religiosos, por creencias políticas sí, pero hace harto tiempo y esas creencias nunca van a ser muy populares, menos ahora, ya que todavía muchos creen nos comemos a los niños. Eres además muy hetero, pero a lo mejor hay algún fondo por ahí para los escritores viejujos como tú, como yo, tendrías que averiguar”. Al Lucho se le vino el alma a los pies, de lástima lo invité a un café latte y una nanaimo bar, y ligerito el azúcar en el sistema lo tiró parriba y empezamos a hablar de otras cosas.

Sueño con Alameda

Jorge Etcheverry Arcaya

La Alameda que es una calle de Santiago, para que sepan, y que se esboza en sueños, amplia y gris, surcada y acribillada de historia, que en boca de alguien esperaba volver a abrirse, a multiplicarse. Y en una de estas, Salvador. Mientras tanto en la noche y el sueño es un hilo más en las babas del dormir del cuerpo que reacciona a esas andaduras del cerebro que se mueve en esos ámbitos y moja la almohada con sus babas usando a ese mismo cuerpo. Una luz anaranjada se nos mete entre los párpados y anuncia el día. Retrocede la noche achicharrada pero no derrotada, nos dice “en unas horitas más nos vemos”.



Tuesday, March 6, 2018

Niñas, por favor



 Jorge Etcheverry Arcaya

No me hueveeen
Chiquillas compañeras
A ustedes les estoy hablando
Historia y poesía
tentadoras pero inalcanzables
aunque coquetas
no solo para mi
yo soy un chancho viejo
mijitas
no me tienten
ya no doy manteca
a lo mejor
cuando era joven
en unos año más  me voy a morir
--cuéntate una nueva
Dijo El Otro—
No te hagas la víctima.




Pareje en la ciudad


Wednesday, February 14, 2018

Un poco en la mira


Minificción ottawense de Jorge Etcheverry

A fines de los setenta  una tarde de domingo mirábamos la tele que apaga el ruido que llega de la calle Somerset, a cuadra y media y de repente llaman por teléfono, mi señora responde,  vuelve pálida, me mira un rato con tamaños ojos, después se me sienta al lado, me dice bajito en la oreja para que no escuche la niña, “me dijeron que me iban a matar a mí, a tu marido y a tu hija”, Como ella tiene mejor inglés, llama a la policía. No dormimos mucho esa noche. En la mañana pasa a dejar a la niña a la guardería, yo me quedo tratando de estudiar, tengo que dar los comprensivos de mi máster en algunos días. Suena el timbre. Un señor joven, alto, me dice que es de la policía. “Lo estaba esperando”, digo. Se sienta y sin más preámbulo me dice que se llama XX y que quisiera que le diera información sobre unos compatriotas, N, M, O y sobre P, profesor de filosofía en la universidad donde estudio. Les interesa averiguar sobre los contactos con los Salvadoreños—que están recién llegando—y con el partido comunista de Canadá.  “Si sabe algo o se le ocurre algo, llámeme” y me pasó su tarjeta—que tengo por ahí guardada, creo. Salí y me fui a hablar con cada una de las personas nombradas, se lo mencioné a un amigo que tenía un programa comunitario en español en un canal de TV Él difundió el hecho y leyó instrucciones sobre lo que uno debía hacer en caso de esas visitas. También por ese entonces mi señora y la niña iban de vuelta por primera vez al terruño y yo debía ir a su embajada en Canadá a renovar mi pasaporte porque también tenía que viajar. Me ofrecieron asiento en una oficina lúgubre. Un señor me dijo “Mire, sabemos que su mujer y su hija están en Chile. Si tuviera alguna información que darnos sobre las actividades de la colonia chilena en la ciudad, se lo agradecería mucho”. Pero en esos tiempos uno se conseguía a cartas de ONGs, parlamentarios si podía, para que vieran que si pasaba algo allá aquí se iba a notar. Para terminar, le mostré esto que iba a mandar para que leyeran por radio a José, en el  Starbucks. “Mira Flaco” me dijo,” tai loco, eso no lo van a leer, esa radio es súper cartucha”.

Saturday, February 10, 2018

Poema de Nieves Fuenzalida

La sartén de hollín de la noche.

Compró
Un kilo
De
Sueño.
Lo pondré
A
Freír
En
La sartén
De
Hollín
De
La noche
Entremedio
De
Insomnios
Que
No me dejan
Roncar.

Love-Amor=Amour=Brr !!!
La abuela Azul.
2/9/2018.

La poesía de Claudia Ainchil

  Luis Benítez   La poeta, escritora y periodista argentina Claudia Ainchil nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Libros de poesía p...