María Rosa Maldonado
Y si se abriera, qué habría en el abrir, cuando la condición de abrir va con delicadeza impensada y, sobre todo, sin abrirse?
Decir sin
decir o decir para negar. O negar para afirmar.
En todo caso,
en estos poemas algo se desliza de su sitio, se disloca. Esa idea, esa que
debería abrirse, sugiere un no-mostrar. Sin cerrarse, tampoco se difunde.
Susurra al oído el secreto desarreglo de los saberes. Disloca lo que siempre ha
estado dislocado. Un mundo creado por el pensamiento. Poco confiable.
Y la
dislocación de la idea se corresponde con la dislocación del lenguaje. Lo que
estaba aquí, ahora está allá. El predicado se hace sujeto. El sueño, lo real.
“No le enseñaron a denominar sueños / a lo
que él tiene”
Los poemas de
Habría de abrir implican una forma de
búsqueda de la verdad, filosofal, mediante la aceptación y el rechazo del mismo
concepto. Cuando lo que muta es el sujeto el mundo muta con él.
No se trata
aquí de una reducción al absurdo. El absurdo, tanto como la nada, también son
in-ciertos. La dialéctica va y viene entre dos opuestos. La realidad excede
toda lógica. El autor no pretende un pensamiento esencialista. No encontraremos
por aquí las ideas platónicas. Lo múltiple no hace referencia a lo uno.
Simplemente lo que es se manifiesta en la mutante fragilidad de los entes.
El ser humano
no está frente a lo pavoroso (ominoso?), pertenece a lo pavoroso. Es su modo de
ser-en-el-mundo.
“Ni me asomé / y mucho menos me caí // Mi
pertenencia a él / y en él mi residencia ininterrumpida”.
Encontramos
en estos poemas de Revagliatti expresiones o frases, como ya indicamos, que
contienen o implican contradicciones. Y la afirmación persuasiva de un
no-saber.
Este no-saber
es un planteamiento de ruptura con respecto al “saber” establecido por el
sistema que se rebela como vacío o preñado de ideología. El autor aconseja:
“Que no lo diga todo / que se cuide // que todo lo
que diga / sea lo no todo / que podría decir // y sea lo no todo / que podría /
diciéndolo / no decir”.
He aquí un
disimulador. Pero qué es lo que disimula? O lo que no disimula al disimular. Lo
que Habría de abrir, abre una
estética original y persuasiva: La ironía, disimulo o ignorancia fingida,
expresa algo muy distinto o incluso lo contrario de lo que se dice o escribe,
oposición entre el mensaje aparente y el que el autor pretende transmitir. Pero
para que se esclarezca el sentido del sinsentido hace falta compartir
implícitamente una serie de valores o conocimientos. Un modo de participar en la
búsqueda.
“Llegaré hasta donde / no hay más // No lo cubriré / sin embargo / todo // No lo sepultaré.”
Queda para el
lector la reconstrucción de lo abierto en lo que aparece como cerrado, leer más
allá de las palabras. Ese es el poema.
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