Jorge Etcheverry Arcaya
A riesgo de ser autorreferente, acusación que se me ha hecho una que otra vez, debo aclarar que el mismo hecho de que esté escribiendo esta nota se debe a que durante estos años (o décadas), aparte de escribir, también me las he dado de editor, lo que por supuesto está conexo con la escritura, pero también con el lado comercial de la literatura, es decir el financiamiento, la distribución, la presentación de los libros, la publicidad, el trato con los autores, etc.. Un poco como el forro del guante, el reverso de la medalla, la ropa interior con varios días de uso bajo el flamante traje sastre. Uno de los libros más problemáticos ha sido la antología Boreal, antología de poetas latinoamericanos en Canadá, coeditada con la editorial, todavía más chica, Verbum Veritas. En Toronto se me acusó (o se nos acusó) de dejar afuera a los poetas cubanos que vivían en Canadá, pero había dos en la antología. En un congreso de poesía hispánica en Carolina del Norte, uno de los asistentes afirmó infundadamente, que uno de los autores antologados le había plagiado un poema. Siguió una dura carta a los editores del libro de la sociedad de escritores del país de la persona en cuestión (México), a la que respondí diciendo que si un editor tuviera que responsabilizarse de asegurar la ausencia de plagio en cada libro que publica, tendría que cotejar los textos de cada autor publicado con todo lo que se ha escrito nunca, para ver si hay copia o coincidencia sospechosa. Una tarea digna de un cuento de Borges, y creo que este argumento fue lo que dejó callado al escritor-funcionario del país de que se trata.Pero yendo a mi editorial, nació como Split-Quotation, y para saber el porqué del nombre hay que remontarse a los legendarios sesenta y a Santiago, Chile. Fuera de la efervescencia política y cultural, hubo un florecimiento de lo que podría llamarse la espiritualidad alternativa. Estaba por ejemplo el Poder Joven, pantalla de SILO, con su atractiva mezcla de búsqueda de la súperconciencia y de una organización política similar a las nacientes agrupaciones de la izquierda revolucionaria, básicamente formadas por jóvenes. SILO creció como la mala hierba entre los círculos estudiantiles y venía importado desde la otra banda (Argentina). También trataban de sentar raíces, viniendo desde Mendoza, los Caballeros de la Orden del Fuego, por lo menos con una cripta (nombre del grupo de trabajo), que fracasó miserablemente y fue disuelta por el gurú, porque los integrantes querían usar el posible desarrollo y poderes a obtener en la secta para fines ajenos a los de la Orden, en mi caso en la política revolucionaria. Es que no era raro en esos tiempos efervescentes que coexistieran intereses diferentes y aparentemente contradictorios en los mismos sujetos. Después de todo la revolución se planteaba la creación del Hombre Nuevo y en las ideologías de desarrollo personal, sobre todo las brotadas de las enseñanzas de Gurdjieff, se hablaba inequívocamente de lo mismo, pero con otras características. Pero perduraron rasgos de esa polifonía. En Chile, en mi penúltimo viaje, me tocó viajar en una gira de recitales con un poeta joven comunista que era experto en ver la suerte con el tarot.El modo de elección del nombre de la editorial, que hicimos con Paulette Turcotte, excelente pintora y poetisa que era entonces mi compañera, técnicamente se llama bibliomancia. Pero volviendo a finales de los sesenta, pasó que dos amigos de la Facultad comenzaron a hacer una suerte de práctica bastante peculiar y me invitaron a participar. Se hacía lo que ellos llamaban ‘trabajo con libros’. Al azar y con los ojos cerrados se abría un libro y luego se ponía el dedo en una línea. Recuerdo que una vez apareció la palabra ‘orbe’. Al invertir la palabra dio ‘robe’. Uno de mis amigos exclamó entonces que el universo era un robo, el otro, que alguien se había robado el universo. Lo interesante es que una conclusión así no está muy lejos de algunas elucubraciones gnósticas, que proponen a un Dios remoto y casi impotente frente a un universo usurpado por el demonio. A veces, al encender la radio, había coincidencias entre lo que se transmitía y lo que se estaba hablando o se había visto en el trabajo con libros. Cosas más extrañas sucedían cuando se salía a hacer una especie de trabajo en el terreno. Por ejemplo tres personas se situaban frente a nosotros y en la misma posición nuestra al otro lado de la calle, en la vereda del frente. Al pagarle la cuenta a una camarera, nos daba en el vuelto más dinero del que le habíamos pagado. Presenciábamos un choque de automóviles y después, cuando le estaba contando este incidente a un amigo en su casa, hay otro choque frente a su puerta. Mi amigo se asusta y me pide que no le hable nunca nada más de este asunto. Mis dos amigos originadores de estas prácticas pasaron breves temporadas internados en casas de salud. En el caso de uno de ellos, él había empezado a ver extraterrestres de tres tipos, que dibujó para mí, y se ponía temeroso en presencia de todo tipo de cables. Lo más curioso es que pensaba que los extraterrestres estaban aliados con las mujeres. El otro inventó al poco tiempo un método para ganar en la ruleta que practicó con bastante éxito.Bueno, el nombre que salió al hacer el ejercicio de bibliomancia con Paulette, casi veinte años después y en las antípodas, fue Split-Quotation, que en inglés es una cita que la persona que se está expresando divide en dos. La primera parte de esta cita trunca debe comenzar con mayúscula, y se debe terminar con una coma, y la segunda parte debe comenzar con minúscula. Ambas partes deben ir entre comillas. Hay una definición más de diccionario, ligada con las cotizaciones de la bolsa, pero no es pertinente. Si por casualidad los lectores llegan a ver un libro de la editorial, podrán ver que en su logo, creación de Paulette, figuran dos animales unidos por el tronco que miran uno hacia la izquierda y otro hacia la derecha. Un caballo y un gallo, respectivos signos de Paulette y mío en el calendario chino, en que los años están bajo la égida de un animal, con determinadas características y destino, que se supone afectarían a los pobres humanos nacidos en el año en cuestión. Lo único que me falta agregar es que la traducción hechiza de Split-Quotation en español sería La cita trunca, que comencé a usar para los libros y publicaciones en español. La cita trunca fue también el título de una publicación literaria y de ideas en el web, ya suspendida. Y con esta breve descripción de mi –quizás—renaciente editorial me despido por el momento.
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