Wednesday, May 29, 2024

La máscara desde la nave

Jorge Etcheverry

El funcionamiento de las máscaras—que significa persona en griego, uno de los idiomas del planeta—se evidencia por su posición en este esquema (que representa al medio o hábitat social) y por su aspecto físico. Hasta donde podemos percibir, los seres humanos no son iguales, salvo en el caso de cierto tipo de gemelos muy raros. Incluso su clonaje daría márgenes de indeterminación que podrían manifestarse por ejemplo en divergencias fisionómicas no predecibles. El posicionamiento de máscaras/personas en el esquema está determinado por su situación funcional relativa en la producción y organización de las tareas extractivas/elaboradoras de los elementos materiales del planeta, cuyo consumo e incorporación constituyen la fuente de las  agrupaciones celulares en tejidos diversificados en la base, el soporte de la máscara, que pasan a formar, como en las otras especies del planeta, la entidad llamada cuerpo. Los tejidos reproductivos son el centro de producción seminal y el objetivo último de la organización del organismo  total, en cada caso.

Tuesday, May 28, 2024

Icarus

 


Patrick Phillmore

If we were meant to fly
God would have given us wings
my Grandma said

Long after
reading the Classics
I was impressed
by the fate of Icarus:
He got so close to the sun
his wax wings
melted

That's why
I never take a plane.



Friday, May 24, 2024

Madre bañando a su hijo

 Rolando Revagliatti




El desnudo hijo dentro de la imperial bañadera de hierro llena de agua. Un despintado banquito de tres patas, al lado. Y una canasta con jabón de tocador de coco, esponja, sales de baño importadas, una caja grande de fósforos de madera y barcos de papel. El desnudo hijo es un adulto lento, vacío, triste. Estupefacto. Mira el agua. Un brazo apoyado sobre el borde de la bañadera. Lo mira. Mira el agua.

Hablando áfona desde hace un largo invierno, aparece la madre con guantes de goma color crema (con cruces rojas), ya puestos. Saca de la canasta el jabón, la esponja, las sales de baño. Echa las sales en el agua. Enjabonando al hijo, abruptamente se la oye:

—Estaba como ciega, como él. De aquí, de allá y de mi abuela también. Cómo calienta el sol. Qué alta está la luna. Se perfila tu terrible perfil. Jugo de cáscara. Pasado de rosca. Los bueyes perdidos. Bacán pobre. De chanfle. Esto no se puede decir. Papas en la boca. No se puede decir papas en la boca. Huevos en la boca. Las muelas como parapeto. Cabal cabalga su cabalgadura. Sufre y sufre, pero no lo sabe. Nunca más otra espantosa noche en vela. Ahora no me sale, pero cuando me salga. No sería noble si no conciliara. Una estrella en el mar. Cansina, cabizbaja. Una señora de mi casa. Algunos siempre dicen yo. Su cara de madonna de quince años. Encontré los bueyes. Lo deseé con intensidad. Hay que ver cuán agraciado había sido. Supo ser. Alguien me conocía. Me dejaron abandonada en la barriga de mamá. Una señora, pobre señora de mi casa. Qué ordinario siglo. El amor, el alma, la vejez. Cuando chica, después crecí. Vos no sabías que yo no sabía que vos no sabías. Nadapienso todosiento. Las otras chicas también están tan enamoradas. Claudicaremos cuando a nadie le importe. ¿El resentimiento es un hijito moderado del odio?... Espero que él me saque a bailar. Desde luego que no saben ellos hasta dónde ni cuánto más. ¿Se fijará en mí?... Jamás nunca ahora más adelante. Porque cuando mismo que tal vez. Una se abre, se abre y explota. Me sabría defender a la perfección. De la perfección. Madre para perdurar. No es un secreto para nadie. Sentimentalmente, digo. Y bailamos, después.

Signos de inefable tensión en la entrepierna del hijo desnudo. Se oye en simultánea que alguien cae y grita. Y que allí mismo un moscón zumba. La madre refriega la espalda del hijo con la esponja.

—Solazado el árbol de la vida. No confundir tal cosa con libertinaje. El tiempo es un. De las aves que vuelan me gusta la cigüeña. Al sínodo falté, tu cama capturé. Lenguaje abismal. Aplausos. Templo las cuerdas de mi cimitarra. Sáquense el fardo de encima. A ratos una niña. Quién lo creyera. Tan lejos de mí. Jeringozoso. Vacuna contra la. Pura prosopopeya. Sáquenselo, cómanse el fardo. Otro gallo cantaría. Cómo anhelo (no digo qué). La maestra es la segunda madre, el colegio es el segundo hogar. Nos cuesta menos querernos que desquerernos. Las chicas precisamos ser deslumbradas. Un loco, él era un loco para manejar. Un racimo de pituitarias huele mi ramo. Casualmente lo que yo te contaba. Pura pura. Tan capcioso. Cercanía, cerquita, cerca. Salté. Me reí, me reí como hacía tantos años.

Continúa hablando, pero áfona. Por completo tenso el periscopio del hijo desnudo. Se hace la madre otra vez audible:

—Porque a tu tía no le place. Tenés, Beto, que comprender. Hay límites, hay hasta dóndes. Ella es muy celosa, tu tía. Te lo digo con tranquilidad, sin impacientarme. Ella te adora, tu tía. No me hagás renegar. Sabés cómo soy: muy sensible. Quiero que admitas el traspié. Lo siento. Lo todosiento, te vas a disculpar.

Sin dejar de hablar, se sienta en el banquito. Dos lagrimones atraviesan las pálidas mejillas del hijo desnudo. El moscón deserta.

—Sabés que soy recta y cariñosa. Tu tía tiene sus razones. Se halla disgustada. Agraviada. Ella es muy celosa de vos, tu tía. Se afecta y es lógico. Como es lógico que languidezca cuando no la llamás, cuando no la atendés. Ella desea ser consultada, tu tía, requerida. Y también se ha sacrificado por vos. Todos estamos solos, Beto, en el fondo. No es mucho pedir. Quien más, quien menos. Apenas que no dejes de tomarla en cuenta. Cierta continuidad. Es una señora grande. Vos sos más intuitivo que otra cosa. Los desamorados son muy... Eso es condenarse. Aislarse es condenarse. Forjarse es tarea de cada jornada. Bueno, ya sabés como soy. Tu tía no lo merece, ella.

Habla, pero áfona. Enjuaga al hijo. Cimbran los jubilosos testículos del hijo desnudo. La madre extrae de la canasta los barquitos de papel. Los dispone en el agua. Los mueve, los sopla. Extrae de la canasta la caja de fósforos. Como jugando, prende fuego a un barco.

—Y si no, fijáte en nuestra familia. ¡Por algo no fui contrincante!... Astrid me avisó. Desde Villa La Angostura: me llamó y me avisó. No habrán estado tan maniatados. Hubo irresponsabilidad. ¿Sabés qué pensé cuando me lo contaron?: que fueron estúpidos de una manera desaforada. Ocurrió ya con otro, un primo mío fallecido. La decisión tenés que tomarla cuanto antes.

Sin dejar de hablar, prende fuego a otro barquito. En el grueso y agitado periscopio del hijo desnudo resplandece un hálito tremendo.

—Sé que te cuesta. Pero, por lo menos, nosotros sí con la cabeza sobre los hombros. Tu abuelo la seguiría: “Y con el cerebro dentro de la cabeza”. Y que no querés ser áspero ni irritante también lo sé. Sobre todo por el lado de las cuñadas, esas mujeres en chancletas, hay antecedentes. ¡Ah!, esas susceptibilidades cuando está revuelto el avispero, no paguemos los justos por pecadores. Con ellas, pies de plomo.

Prende fuego con un mismo fósforo a dos barquitos. Y del ojo del enardecido periscopio del hijo desnudo, brota una salva de esperma que santifica el rostro, la cabellera y los hombros de la madre, y que, asimismo, apaga los focos de incendio.

—Delicadeza, diplomacia y como que estuvo urdido desde antes. De la suegra del hermanastro del Alfredo, no hay que preocuparse porque se vuelve a su país. Mejor. Hay un punto que no estaría de más que le fueras buscando la vuelta. Previsión. Para no quedarnos estancados. O un día, zás, nos salen con un domingo siete. Buscarle la vuelta en el sentido de la liberación total de la escritura. Tiene que haber un procedimiento legal. Acortar plazos en estas circunstancias nos favorecería.

Habla, pero áfona, hasta que sacando el tapón de la bañadera, vuelve a oírsela:

—Las palabras son cuerpo. Cómo se ponen estas palabras en la caaaaaaavidad. El volumen y el espesor. De chanfle. Como ciega y como sorda, como él. El paladar es irrevocable. Sufría mucho. Ella sabe todo de vos, siempre se interesó. No olvida jamás un acontecimiento, tu tía. Necesita que la mimés. Restituíle, Beto, restituíle. Cartas en el asunto. Que no te desentiendas.

Es audible el agua pasando por la cañería.

—A alguien le toca, y es a vos. Pueden iniciar juicio y eso crearía molestias. Inevitable. Tenemos que anticiparnos. Llevamos las de ganar, pero confiarse es estúpido. Conciliar no es deponer. Tu tía no parece la del retrato coloreado. ¿Olvidó qué preferías, tus antojos? Y vos, nada. La vieras. No es mucho demandar. Cabalga sobre su cabalgadura cabal. Un loco. Con una sola mano manejaba, los cambios con displicencia. La envidia. Liberación total. Y al abogado como primera medida. Al nuestro. Es hábil y experimentado. Hay que pre... pre... Ablandar el texto. De brazos cruzados no se van a quedar. Lo que haya que pelear se peleará. La pecunia. ¡Qué ironía!... No sé por qué ahora me viene a la mente: “Es mejor ahogarse con aire que sin aire”. Sin embargo, me oxigenaría (¿o sin sin embargo?) que no ignoraras. Que mañana no me reproches no habértelo trasmitido. El haberme ocultado de vos. (O el haberte ocultado de mí.) Las cosas que podés saber, sabelas.

Habla, pero áfona. El hijo desnudo comienza a ser arrastrado por el remolino. La madre, incorporada, se opone al remolino, tironeando del hijo. Vuelve a oírsela:

—Entre nosotras nos lo recomendábamos: “¡Es bárbaro, es un forajido!” ¡Se derritió como un helado! ¡Me apresuré cuando apetecía ser derribada! ¡Eso me inculcaron! ¡Sus negocios marchaban, al principio! ¡Hubo varios principios, aunque el primero fue estupendo! Un torbellino. Efecto de rebote. ¡¿Por qué tuve y tuviste secretos para mí?! Ronquido hidráulico. ¡¿Por qué me instabas a una supuesta ambigüedad?! ¡Querido!...

Ya más de medio hijo desnudo ha sido absorbido, succionado por la cañería.

—¡Yo ansiaba que me envolvieras, que me pertenecieras! ¡Te adoré! Y no era manco para... ¡Una hembra sin corazón hubiera resistido!...

Casi todo el hijo desnudo ha desaparecido.

—¡No me apabullaron ni disfrutaron ni desencadenaron! ¿Dónde aprendiste?, nos decíamos. ¡¿Quién tiene que descerrajarse?! ¡Yo era menos oblicua alguna vez! ¡Y sola es como el crimen!...

Cesa de hablar. Cesa el sonido del agua y del hijo pasando por la cañería.


Rolando Revagliatti nació el 14 de abril de 1945 en Buenos Aires, ciudad en la que reside. Publicó en soporte papel un volumen que reúne su dramaturgia, dos con cuentos, relatos y microficciones y dieciocho poemarios. En ediciones digitales se hallan los seis tomos de su libro “Documentales. Entrevistas a escritores argentinos”, conformados por 159 entrevistas por él realizadas. Todos sus libros cuentan con ediciones electrónicas disponibles en http://www.revagliatti.com  

 






Wednesday, May 22, 2024

Comidas y bebidas no tan solo de Chile

Jorge Etcheverry

Un bistro muy quitado de bulla, unos hígados con cebolla, con tocino, muy buenos y baratos, a unos trece dólares—siete mil quinientos pesos chilenos—medio litro de un Shiraz australiano a 17 pepas de aquí el medio litro, barato. El único Shiraz pasable el australiano—estamos hablando de Canadá. Ayer pata de chancho en tajadas que se come envolviéndola en una hoja de lechuga, con una salsa especial y ajo—con vino californiano—mientras se cierne sobre gran parte del mundo el pájaro famélico de las inaniciones futuras o no tanto por el alza del precio de los alimentos, los conflictos, el cambio climático, la escasez de agua y el agotamiento de recursos.

 

Thursday, May 16, 2024

De chincol a jote

 Edgardo Sapiaín

Hay una cosa medio gringa y fruto de la desviación  antiimperialista que ha permitido que las izquierdas apoyen procesos de descolonización y autonomía nacional en principio y en general, aunque esos procesos a las finales instalan burguesías y dictaduras nacionales, en la gran mayoría de los casos. Para los gringos con complejo de culpa, el único mal en el mundo es el Hombre Blanco, la religión cristiana. Canutos como son, ponen al occidente como la serpiente en el paraíso terrenal que es el mundo. Lo mismo pasa con el mito del buen salvaje, de inventar que había esos pueblos paradisíacos e inocentes, de "antes de la peluca y la casaca" como decía el vate. Pero los cristianos no son los únicos malulos. En general las organizaciones terroristas musulmanas se dirigen primariamente contra las otras versiones del Islam que consideran heréticas, así los grupos extremistas suni matan chías desde Afganistán a Nigeria, y en Siria los rebeldes suni ejecutan a los chía que les caen a las manos, aparte de a varios otros creyentes, los que hace que estos se vean forzados a apoyar a Assad o enfrentar el genocidio. Resumiendo, como marxista, que todavía soy un poco, creo, encuentro un poco cómicas esas concepciones mitológicas de una humanidad originaria natural y buena que se ve conquistada y corrompida no por los cambios en los modos de producción, que cuando ocurren generan catástrofes sociales y humanas, sino por la voluntad de conquistadores y blancos malos y rapaces. Esa gente obvia la ideología, concepto fundamental del marxismo y tienen una concepción de una esencia humana inalterable, que es la actual, y que proyectan al pasado. A ese proceso lo llamo la Retroanalogía, cuyo examen dejaremos para una ocasión venidera.


Desayuno boreal

 Jorge Etcheverry


Los desayunos que en otros países llaman americanos consisten en huevos, generalmente dos, pero que pueden ser tres o uno, papas fritas, tocino, salchichas o jamón fritos, a veces en alguna partes pueden ofrecer salame o porotos, las papas pueden estar amoldadas, a veces puede haber un par de torrejas de tomate, o de melón o unas uvas, lo que todavía y después de todos estos años aún repugna ligeramente a mi gastronómica latina conosurística que no ve muy bien esas mezclas de lo dulce con lo salado. La calidad de todos los ingredientes es variable, como el nivel de grasa. Se usa aceite fresco o ya casi quemado por las sucesivas fritangas. Las tostadas están bañadas en mantequilla líquida, en un sucedáneo, o enmantequilladas como en casa. Los huevos pueden estar fritos o revueltos, hay variaciones como los eggs benedict, con salsa holandesa, diversas omelettes, los así llamados combos con tres huevos, salchichas, jamón y tocino, el triunfante bisté con huevo que puede encaramarse tranquilamente por encima de los veinte dólares canadienses. Pero el verdadero tomador de desayuno es el tipo solitario de las seis-siete de la mañana, que consume lo más mínimo y barato, las tostadas, los huevos, mermelada de esa que viene en envase de cuadritos y cuyo mismo dulzor exagerado denota el abundante componente químico. Miento con eso de la hora, si así fuera no habría justificación para ofrecer desayuno, si no hay clientes no hay venta, no hace mucho cerraron cerca de aquí un Harveys (para los lectores de fuera de Norteamérica, se trata de una cadena de boliches nada de malos), porque su raleada clientela tempranera de camioneros, policías, una que otra prostituta, pensionados, enfermos mentales, no graves, ya que viven en algunas casas que se llaman half-way houses por aquí, y tipos como yo mismo, era muy escasa para justificar los desayunos. Es decir que en realidad, y dejando de lado el romanticismo, el desayuno se sirve todo el día en muchas partes, es variadísimo y de consumo bastante generalizado. Pero los que se levantan temprano, recorren las calles solos sabrán a qué me refiero, si me llegan a ver en una mesa en un boliche de segunda o de tercera, o en un MacDonald, a veces es lo único abierto a esa hora, con un plato lleno de elementos no fácilmente distinguibles para el transeúnte que mira desde fuera a través de la ventana, leyendo el diario o viendo su pantalla a la vez que come, o a lo mejor simplemente mirando al frente, pareciera que con un aire ajeno, a lo que lo rodea, al menos en parte. Pero lo importante de ese desayuno para cierto tipo de constituciones tiene que ver con el impacto en el metabolismo y en el tipo de vida psíquica que esa combinación alimenticia provoca a esa hora en ciertos sujetos.




Friday, May 10, 2024

Del poemario inédito, SOY

Ernesto R. del Valle


SOY EL QUE LLEGA

Abro la puerta, entro,
indago los aromas del tiempo y la nostalgia.
Escudriño los rincones de la pena,
abro la gaveta dónde una amapola
marchitó sus sueños sobre un poema anónimo.
Miro los muebles enquistados de polillas,
los cerrojos de las ventanas corroídos,
miro las telarañas del techo
y mis preguntas sin respuestas
caen al piso de baldosas. rotas.

He llegado a las estancias del silencio,
penetrado la morada de la soledad,
conculcado los territorios solemnes del recuerdo
Mi presencia ha deslucido los cantones de la espera,
marcho hacia la puerta para irme,
de un tirón la clausuro
y cierro de un golpe el cerrojo del alma,
guardo la llave en un bolsillo.
y echo a caminar silbando una canción.
sin nombre
en el pentagrama de la tristeza y el silencio.



CREDENCIAL

Quienes no me conocen pensarán
que estoy perdido en la demencia
y me relaciono con duendes y fantasmas
o manchó las paredes de tinta.

Creerán que hablo solo
y no contestó las llamadas.
Sospecharán que soy un tonto
hablando en silencio con los astros.

Se harán conjeturas sobre
si almaceno sueños en el portafolio.
Si en plenilunio, me da por bailar
junto a los lobos,
aullando tras las hembras.

Quien me vea, sin dudas
pretenderá seguir mis pasos
hasta quedar enajenado
y sin memoria tras mis pasos,
porque del alquitrán soy fugitivo
y las espinas no las conservo
ni en vinagre.

De algo sí podrán estar seguros.
Mis manos ayudan
al que pide ayuda.
Mi corazón, aunque cansado,
pulsará por siempre
tirando hacia la vida,
la mujer tendrá su espacio
activo para el vuelo,
sin visas canceladas
ni el pasaporte
viciado en la desidia.



SÓLO UN VIAJERO


El viajero que soy, el que se marcha.
El que vive cargado de equipaje.
Quien lleva en sus bolsillos el pasaje
colmado de ardiente arena, o de escarcha.

El que muerde el silencio en el bullicio.
El que lleva los versos sobre el hombro.
El que marca los naipes del asombro
y remonta sus sueños por oficio.

El errante que soy, el trotamundo,
el que vive en la esquina de este mundo
con sendos pasaportes de extranjero.

Aquí estoy con el filo de la prisa,
con la tristeza azul en la camisa,
sin tiempo ni lugar, sólo un viajero.



 Ernesto R. del Valle. Camagüey.  Cuba.

Docente, . Licenciado en Español y Educación artística. Se inicia en la literatura a finales de 1965, como miembro fundador de la Brigada Hermanos Saiz  (BHS) en la ciudad de Camagüey.

Aparece en varias antologías, entre ellas la más importante,

La poesía cósmica cubana, tomo II, del Frente de afirmación hispana. México 2002.

Fundó  en abril del 2007 la revista GUATINÍ1 en formato digital.

Creador de las estructuras poéticas, neoclásicas, el Decineto y el Pernestto.

Reside en Estados Unidos de América.

 Para conocer más sobre este autor ir a la enciclopedia cubana,EcuRed

https://www.ecured.cu/Ernesto_Rodr%C3%ADguez_del_Valle

En su blog Alaspalabras, de Wordpress.

https://erdelvalle.wordpress.com/

En espanol-agonía de Hungría.

https://espanol.agonia.net/index.php/author/0030296/index.html

 

 







Thursday, May 9, 2024

Old Man & Prophet


 Patrick Phillmore

 But there were no doors, no windows to look through, to be opened, to let the light in

The days passed over his gray head with frenzy

and the pervasive teeming voices of the times deafened him

The brutal city youngsters awoke with anguish caught in their throats

giving them a craving for violence.

The smashing of the highest windows of institutional buildings led to massacres

 

In outlaying territories

vast, colored nations taken away from their traditional nomadic ways produced countless broods that were plundered in civil wars, epidemics, slavery and hunger.

 A bard of mixed race, whose youthful days were giving way to maturity, was the only one to approach the already senile wise man, and he was the one who muttered the preceding facts to him.

 He was the first True Angel

whose cold fire would one day decimate mankind, extinguishing those not fit for the new days.

 A great inner compassion was distilled from his possessed words.

 The wise man returned to his tent on the outskirts of the city and sat on the floor, forgetting.

Thursday, May 2, 2024

LOS ECOS DEL PENSAMIENTO

 Alejandro Bovino Maciel

La Fundación Victoria Ocampo, de Buenos Aires, acaba de editar un ensayo del crítico y narrador argentino Osvaldo Gallone acerca de la obra de su connacional, el poeta Luis Benítez. El volumen será presentado en la capital argentina, en el ámbito de la Biblioteca Nacional, en junio del corriente año.  

Acotaciones profanas como metacrítica para un libro sobre los libros de Luis Benítez, poeta

Osvaldo Gallone (1) ha publicado un libro de orden crítico sobre la poética de Luis Benítez (2), titulado Luis Benítez, una poética de la indagación (3). El tema que centra estas indagaciones es el del vínculo cada vez más estrecho entre poesía y filosofía; o si se quiere, entre poesía y pensamiento. Advierte Osvaldo Gallone con Louis Aragon y su Ejercicio de estilo acerca del riesgo de confundir poesía contemporánea con el galimatías que mucha gente ofrenda en el altar del arte creyendo, con exceso de fe, que cualquier combinación verbal legitima un verso, pero terminan finalmente en la papelera de reciclaje del olvido, cuya hambre es antológica.

No.

Gallone, con justicia, recusa estos experimentos y defiende para esta selección la filiación de la poesía con el pensamiento, sin divorcio posible. Ya desde Parménides, Heráclito y desde la aventura de Hesíodo con las Musas, poesía y pensamiento, nos dice, van de la mano. Halla en el uso de la imagen, que hábilmente Luis Benítez convierte en epifanía, la felicidad en esa devolución sistemática que hace el poeta a la densidad del pensamiento puro, aquel que nos otorga luminosidad para advertir detrás de las brumas, el complejo mundo que llamamos cándidamente “realidad”. Apela a Montaigne, ya que, Gallone, autor, utiliza los recursos del ensayo para tentar esa travesía conjetural que explique a medias aquello que está reservado en su totalidad solo en la obra del poeta, en este caso, los libros de poesía que Luis Benítez desde Poemas de la tierra y la memoria (Stephen and Bloom, Buenos Aires, 1980): PTM, luego Mitologías / La balada de la mujer perdida (Último Reino, Buenos Aires, 1983): M / BMP / Behering y otros poemas (Filofalsía, Buenos Aires, 1985): / Guerras, epitafios y conversaciones (Satura Buenos Aires, 1989)/ Fractal (Correo Latino, Buenos Aires, 1992): / El pasado y las vísperas (Universidad de los Andes, Mérida,Venezuela, 1995): / La yegua de la noche (Del Castillo, Santiago de Chile, 2001): YN / El venenero y otros poemas (Nueva Generación, Buenos Aires, 2005): / La tarde del elefante y otros poemas (Ala de Cuervo, Venezuela, 2006): / Manhattan Song. Cinco poemas occidentales (El Final de la Noche, Buenos Aires, 2010): / Les imaginations (L’Harmattan, París, 2013) / Nadie sabe dónde estuvimos (Palabrava Santa Fe, 2021): NSDE.

En esta exhaustiva nómina, que se lee en segundos, pero ha costado una vida escribirla, O. Gallone discierne el claro campo semántico que emergió de un sitio común entre la Filosofía, la Poesía, la Metafísica y la Teología. La separación, didáctica y a la vez litúrgica, sobrevino después, cuando al decir de Robert Curtius (que invoca Gallone) la filosofía se quedó con las respuestas y la poesía, como la profecía, con la afirmación, y después el silencio. Pero la unidad del campo común aún en el medioevo Dante la sostiene afirmando que la Commedia “contiene poesía y también filosofía”. Y Petrarca: “la teología es una poesía que viene de Dios”. Admirablemente documentado, con citas precisas e inteligentes, que rehúsan ser armaduras de una erudición de bibliotecario jubilado, Gallone se ocupa de preparar el terreno para la hermenéutica de la poesía total de Luis Benítez. Basta un ejemplo, que invoca Gallone: cuando se habla den entrecruzamiento de poesía, mitologías y filosofía, en el poema “Sobre Tenochtitlán los antiguos dioses toltecas del viento, la lluvia y la muerte, esperan la llegada de Hernán Cortés, abogado de Cáceres” en uno de sus versos enuncia el poeta:

“Los dioses esperan su muerte de inmortales: / Un mundo debe concluir, entero, para que ellos / expiren su exacta dignidad de las gargantas”.

Creo sin modestia que la obra poética de Luis Benítez reclamaba este lujoso ensayo. Luis ha trabajado silenciosamente año tras año para configurar esa delicada y feroz arquitectura de la posmodernidad que erige su poesía. Una obra de esta calidad abre el camino para compenetrarnos más serenamente en ese misterio que es la poesía.

En estos áridos tiempos para el pensamiento, cuando el consumo ha sido entronizado como supremo dios del mercado, hallar una obra como la de Gallone / Benítez que permita y solicite ese estado de quietud serena para volver a pensar y pensarnos, es una forma de íntima felicidad que nos regocija confirmando que en el mundo “no todo es vanidad” como sospechaban los barrocos.

 

Alejandro Bovino Maciel (4)

REFERENCIAS

(1) Osvaldo Gallone (Argentina, Buenos Aires, 1959) publicó dos libros de poemas ("Crónica de un poeta solo", 1975; "Ejercicios de ciego", 1976), dos volúmenes de ensayo ("La ficción de la Historia", 2002; "Lectura de seis cuentos argentinos", 2012) y cinco novelas ("Montaje por corte", 1985; "La niña muerta", 2011; "Una muchacha predestinada", 2014; "La boca del infierno", 2016; "Un cataclismo silencioso", 2021). Ha recibido diversos premios nacionales e internacionales tanto por su obra narrativa como ensayística.

(2) El poeta, narrador y ensayista Luis Benítez nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1956. Ha recibido el título de Compagnon de la Poèsie de la Association La Porte des Poètes, con sede en la Université de La Sorbonne, París, Francia. Miembro de la Asociación de Poetas Argentinos (APOA), de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la República Argentina (SEA) y del Centro PEN Argentino. Ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales por su obra literaria. Sus 44 libros de poesía, ensayo y narrativa han sido publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay.

(3) Editorial Fundación Victoria Ocampo, ISBN 978-987-1198-92-4, 104 pp., Buenos Aires, 2024.

(4) El poeta, ensayista, dramaturgo y narrador argentino Alejandro Bovino Maciel nació en la provincia de Corrientes en 1956. Ha publicado 16 títulos de poesía, narrativa, ensayo y teatro en América y Europa. Es director de Palabras Escritas, revista-libro, diálogo cultural entre Brasil e Hispanoamérica, Edit. Servilibro, Paraguay. Es miembro de SAL-REDAL, centro de estudios de la Universidad de la Sorbona, París, Francia.



La poesía de Claudia Ainchil

  Luis Benítez   La poeta, escritora y periodista argentina Claudia Ainchil nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Libros de poesía p...